Niños cubanos, principales víctimas del bloqueo

Los niños cubanos, en especial los que padecen de alguna enfermedad, son las principales víctimas del bloqueo que ha impuesto Estados Unidos (EEUU) sobre la isla durante más de 60 años.

Aunque esta medida coercitiva ha sido ampliamente rechazada, condenada y denunciada como inhumana y cruel por casi todos los gobiernos del mundo – menos por sus autores, EEUU y el estado sionista de Israel- Washington no ha cedido en su postura sino que más bien, se ha dedicado a apretar aun más el cerco, lo que compromete cada vez más la salud de los niños en Cuba.

El informe “Necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos de América contra Cuba”, que recibió el apoyo de 185 votos a favor en la ONU, detalla cómo el cerco complica letalmente a infantes con enfermedades crónicas.

El texto alerta que decenas de niños con retinopatía de prematuridad corren el riesgo de quedar ciegos, ya que a Cuba se le impide comprar el sistema de láser modelo IQ 577, de la empresa estadounidense Iridex Corporation, destinado al tratamiento de afecciones de retina y glaucoma.

Asimismo, “los niños que padecen de atrofia espinal infantil podrían aspirar a una mayor calidad y esperanza de vida, si Cuba pudiera acceder al medicamento Nusinersen”, indica Prensa Latina que cita al informe.

El referido fármaco es elaborado únicamente por la empresa multinacional estadounidense Biogen y el mismo demostró ser efectivo para mantener con vida a más de la mitad de los infantes que padecen esta condición mortal.

Igualmente, ocho niños cubanos con distintos tipos de cáncer no pudieron recibir recientemente el tratamiento quimioterápico ideal. Debido al bloqueo los especialistas tuvieron que recurrir a protocolos de segunda línea, ya que acceder a los fármacos como la Actinomicina D, Ifosfamida y Procarbazina fue imposible.

Pacientes infantes con afecciones cardiovasculares tampoco pudieron acceder a materiales biológicos idóneos de implante cardiaco, como las válvulas cardiacas biológicas de fabricación estadounidense.

El cerco de EEUU empujó a los médicos en la isla a usar válvulas mecánicas que se emplean con anticoagulantes, que generan mayores efectos adversos.

“Niños recién nacidos y de bajo peso al nacer tienen que ser sometidos a cirugías complicadas, al no disponerse de dispositivos imprescindibles, como catéteres de muy bajo perfil, comercializados por firmas estadounidenses como Numed, Boston Scientific, Cook”, cita el informe, que a su vez advierte que el sector salud en Cuba ha perdido más de 113 millones de dólares en los primeros siete meses del 2021.

En 2019, bajo la administración de Donald Trump, la Casa Blanca incrementó aun más el cerco financiero contra la isla, año en que comenzó la pandemia del Covid19. Las férreas medidas coercitivas dificultaron a Cuba la compra de insumos médicos necesarios. Sin embargo, el país caribeño logró procesar cinco vacunas (Soberana 01, 02, Plus, Abdala y Mambisa) que han sido suministradas a pueblos hermanos en la región.

Aunque Cuba sea víctima de esta cruel medida – la más longeva contra un pueblo soberano en América Latina-, el país caribeño insiste en sostener buenas relaciones con EEUU, fundamentadas sobre la base del respeto al marco legal internacional.

Durante el 2021, en plena ola de contagios, Cuba mantuvo la cooperación médica con todas las naciones del mundo sin distinción, entre las que se encuentran Venezuela, Irán, Jamaica, México, Vietnam, Pakistán, India y varios países de África.

“Tal vez no sea una lección que otros países estén preparados para oír, pero la asistencia internacional brindada por Cuba durante la pandemia muestra los beneficios de la solidaridad y la cooperación globales cuando se trata de abordar problemas que emergen al mundo entero”, cita un informe de Helen Yaffe, profesora de historia económica y social en la Universidad de Glasgow, especializada en el desarrollo cubano y latinoamericano.

En su investigación, la analista revela que el país latinoamericano había activado en 2021 a 57 brigadas de profesionales médicos especializados del Contingente Internacional Henry Reeve para ofrecer tratamiento a 1,26 millones de pacientes con coronavirus en 40 países. El contingente se sumó a los 28.000 profesionales sanitarios cubanos que trabajan en 66 naciones.

Entre el 2017 y 2021 – reza el informe de Yaffe- el gobierno de EEUU aplicó 240 nuevas sanciones. 50 de estas medidas unilaterales se aplicaron sobre la era pandémica.

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