Un año en el poder: Petro insiste en la paz y justicia social

“El Gobierno del Cambio escogió la vida. El gobierno del Cambio está empeñado en potencia mundial de la vida”. Así comenzó su discurso por su primer aniversario en el Ejecutivo de Colombia el presidente Gustavo Petro, en un acto realizado en Campo de Boyacá, en el departamento homónimo –localizado en el corazón de los Andes colombianos-, a propósito de los 204 años de la Batalla de Boyacá que selló la Independencia de ese país.

Petro, considerado el primer presidente de izquierda de la historia reciente de la nación neogranadina, llegó al poder el 7 de agosto del 2022, tras vencer en elecciones a la ultraderecha tradicional que aglutina a élites oligárquicas. Aunque han pasado un año de los cuatro en los que Petro estará en la Casa de Nariño, los avances son significativos y rebaten las falsas matrices mediáticas que se han interpuesto en su contra, y que se inscriben en un golpe blando o continuado.

En su alocución, Petro resaltó que el principal objetivo de su gestión es conseguir la paz y justicia social, a través de la redistribución de los recursos a todos los colombianos sin distinción, y la concreción del diálogo con todos los sectores.

“La justicia social es una estrella polar que nos guía. La justicia social es la base para la paz, así como la desigualdad social es la fuente indudable de la violencia. La justicia social es la base para proteger la vida en Colombia. Si no atendemos las causas mismas de la desigualdad, si no enfrentamos la pobreza y el hambre, si no les damos educación a las y los jóvenes, si no cuidamos a los viejos y a las viejas y les garantizamos un sustento, si no le damos dignidad a la madre y al niño pequeño, el cambio será simplemente una palabra vacía”, dijo, frente a otros funcionarios públicos y del Ejército, componente que también celebró su día.

Para lograr la paz, el gobierno de Petro no ha escatimado en tender puentes de negociación con todos los grupos paramilitares – específicamente con el el Ejército de Liberación Nacional, ELN-, con el objetivo de poner fin al conflicto armado más longevo de la región (74 años), alentado por la ultraderecha y Estados Unidos. Esta calamidad ha provocado, durante décadas, millones de desplazados internos y externos y han enlutado a miles de hogares con desapariciones y muertes.

“Es una nueva Colombia que está surgiendo y que nos demanda una resignificación, un nuevo significado de nuestra propia historia. Un freno a toda esa sangre derramada por décadas que ha ahogado a las esperanzas del pueblo. Esa paz esquiva también está en el diálogo”, dijo el mandatario.

Petro valoró como histórico e inédito el cese al fuego bilateral con el ELN, a propósito de las negociaciones en marcha con esta fuerza, en las que Venezuela, Cuba y Noruega son países garantes.

“La paz no es un ‘negociado’ entre armados, es una realidad, donde la sociedad desarmada debe intervenir”, agregó. “Hacerle conejo (trampa) a la paz, como han querido hacerle, es poner las bases para un nuevo ciclo de violencia, quizás más complejo y sangriento de los que hemos vivido y, por tanto, no lo haremos”, exclamó.

En esta línea destacó sus esfuerzos por implementar el Acuerdo de Paz del 2016, que logró el Gobierno con las extintas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia- Ejército del Pueblo (Farc-EP).

“Hemos respetado la institucionalidad surgida de ese acuerdo apoyando a la Justicia Especial para la Paz, a la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas, a la Comisión de la Verdad. Qué el Acuerdo de Paz se materialice en serio, porque es la antesala de la Paz Total, es una de nuestras principales preocupaciones”, indicó.

Foto: Presidencia Colombia

En materia de seguridad, Petro también refutó la falsa matriz mediática de que es enemigo de la Fuerza Pública. “A nosotros nos han acusado de no estar al lado de la Fuerza Pública. Eso es simplemente una mentira”, dijo, al tiempo que informó que ha logrado disminuir en un 54 % las víctimas faltes dentro de estos componentes.

“El bienestar de las mujeres y los hombres que integran nuestras fuerzas, las fuerzas de la Constitución Nacional, es una prioridad. Por eso, por ejemplo, se incrementó la bonificación mensual para los jóvenes que prestan el servicio militar del 30% al 50% de un salario mínimo y espero seguir haciéndolo. Esto es parte de la Política Integral de Bienestar para la Fuerza Pública que estamos poniendo en marcha por primera vez en nuestra historia contemporánea. Tampoco hemos atado las manos a nuestros policías y soldados, solo las dirigimos hacia otros objetivos”, aseveró el jefe de Estado colombiano.

En cuanto a las drogas, Petro informó que durante su gestión se han incautado 1.100 toneladas de cocaína. Solo este año se han decomisado 573 toneladas de este estupefaciente, cifra histórica para un período similar.

Durante el último año, los homicidios en este país se han reducido, aseveró el Presidente. Este indicador ha bajado en “una cifra que no es la que nos gusta: 3,6% en todo el país comparando este semestre con el primer semestre del año pasado, reducción que aún debe ser mucho más profunda para salir de los témpanos de sangre de la violencia”, detalló.

Así, los habitantes de 17 departamentos afrontan menos crímenes, especialmente en los más afectados por el conflicto armado: Arauca, Chocó, Caquetá y Norte de Santander. “Paradoja: crecieron los homicidios en departamentos donde no había conflicto armado”, reconoció.

Foto: Presidencia Colombia

Economía fortalecida

La ultraderecha “también nos han dicho que íbamos a desestabilizar la economía del país, que la inversión se iba a ir, que se perderían empleos, que subiría el dólar. La catástrofe económica, decían los que no creen y nunca han creído en el cambio ni en las visiones nuevas de la vida y de la existencia”, alertó Petro. Por el contrario, mostró indicadores que refutan dichos escenarios que intenta interponer la oligarquía.

“Hoy podemos decir que hemos vencido la inflación que es la que golpea los bolsillos de la gente más pobre de Colombia”, expresó.

“Ahora los precios empiezan a bajar. Lo obvio y más natural es que comencemos a notar que el dinero de la familia ya alcanza para comprar la misma canasta de bienes y servicios que antes. En este año, también, logramos uno de los mayores aumentos del salario mínimo por medio de una decisión concertada entre centrales obreras y gremios patronales que benefició a los hogares colombianos. El salario creció un 16% nominal”, refirió Petro.

También destacó la creación de 1.030.000 nuevos empleos, de los que el 98 % es de carácter formal, y también consideró como importante la valorización que ha tenido el peso colombiano frente a la divisa estadounidense durante su gestión, llegando la tasa de cambio a bajar de 5.000 pesos por dólar a 4.000.

Otro hito del gobierno del Pacto Histórico ha sido la reforma tributaria. “Decían que iba a producir la devaluación, la caída del peso y la huida de la producción y el empleo, mentiras”, rebatió Petro.

Es una reforma que permite “enfrentarse a los grandes evasores del país y que obtiene la mayor parte de sus recursos de las capas más privilegiadas de la sociedad. Hoy los más ricos pagan más impuestos, dejamos de ponerle los impuestos a los pobres y la clase media”, recordó el mandatario.

“Es una de las reformas más progresivas de nuestra historia, una reforma pensada en la gente y para la gente. Junto a esto, las plenarias de Senado y Cámara aprobaron el proyecto de ley que adiciona estas partidas de la reforma tributaria al Presupuesto General de la Nación”.

Educación y equidad

Agregó que otra de las áreas priorizada ha sido la educativa, a la que logró invertir unos 14 mil millones de dólares, la cifra más alta jamás registrada en la historia republicana de ese país. “Este Gobierno invierte en la universidad, invierte en los libros, invierte en la educación”, dijo.

“En cuanto al fondo de estabilización de precios de los combustibles, que fue un tema que el anterior gobierno no quiso asumir, estamos ya casi cerrando y cauterizando esa herida para liberar recursos públicos para los más necesitados. No es justo que el joven del barrio popular y de la vereda campesina que quiera estudiar en una universidad no la encuentre, porque el presupuesto se ha destinado a subsidiarle la gasolina al que tiene la Toyota cuatro puertas en las estaciones de gasolina”, comparó Petro.

Ha sido bajo el Gobierno de Petro que el Estado colombiano comenzó a reconocer al campesino como sujeto especial de protección constitucional. Los trabajadores de la tierra, así como los indígenas y poblaciones afrodescendientes son las más afectadas por la exclusión y el conflicto armado.

En este ámbito – explicó Petro- se han adjudicado 73 mil nuevas hectáreas al sector rural, con la finalidad de romper con la desigualdad en la tenencia de tierras.

“En el Gobierno del Cambio también se construyó, radicó e impulsó la reforma constitucional que creó la jurisdicción agraria y rural, la cual cumple la función social de la propiedad para la reforma agraria saldando una deuda histórica. Aquí no estamos expropiando, como dijeron que íbamos a hacer, no he expropiado a nada ni a nadie. Estamos comprando la tierra, formalizándola, dándosela a quienes verdaderamente quieren trabajarla”, expresó Petro.

Asimismo, el jefe de Estado refirió que se creó recientemente el inédito Ministerio de la Igualdad y Equidad – dirigido por la vicepresidenta Francia Márquez- “que nace para impulsar el cumplimiento de los principios de no discriminación y no regresividad del ser humano y defender los derechos de las personas en especial protección constitucional, de la población vulnerable y de los grupos históricamente discriminados”.

El Presidente consideró que este nuevo ente es una herramienta fundamental para todos los ciudadanos en especial para “los territorios excluidos de Colombia, las mujeres en general, los jóvenes pobres de barrios populares y veredas, las minorías étnicas, la población en discapacidad y las minorías sexuales”.

Además, el mandatario detalló que su gestión logró multiplicar proyectos para facilitar el acceso al agua potable a sectores vulnerables (de 22 a 120 en un año), aceleró la asignación de créditos a pequeños emprendedores (a través de la Estrategia de Inclusión Crediticia de la Economía Popular, llamada CREO), y elevó el presupuesto en salud de 10 mil millones de dólares a 11 mil millones.

Sobre la reforma a la salud – que está en debate en el Congreso y que busca universalizar el servicio- Petro especificó que la idea es concretar un programa “que no mire a la persona como un potencial cliente del mercado (…), sino como un ser humano, que no clasifique a los pacientes por si tienen dinero o no, por ser blancos o negros, o por haber nacido en un lugar privilegiado, que no sean sujetos, o aún peor, objetos del negocio, sino sujetos de derechos. Esta es la gran diferencia”.

Foto: Presidencia Colombia

Acuerdo por y para todos

Hacia el final de su discurso, Petro recordó que la única forma de alcanzar la paz y la justicia social en Colombia es con la atención en demandas reales que han sido ignoradas por viejas élites. Y para ello es necesario poner el Estado a favor de los colombianos sin exclusión. “El pueblo tiene unas expectativas que no podemos defraudar. Por eso, seguiremos insistiendo en nuestras políticas para la gente, en la reforma a la salud, en la reforma laboral, en la pensional, en la de la educación, en la de los servicios públicos, en la de la minería y otras”.

“Nosotros no queremos excluir a nadie. Nos acusan de incitar la lucha de clases, cuando en nuestras palabras y actos siempre hemos demostrado que lo que buscamos es un acuerdo nacional”, pero ese acuerdo “no puede significar que el pobre siga arrodillado, vejado, maltratado, recibiendo las migajas que caen de la mesa”.

El acuerdo al que se refiere Petro es un consenso en el que “el Gobierno y los partidos de oposición, los empresarios, las comunidades, los partidos de Gobierno, las organizaciones sociales, los sindicatos, las gentes del común, todos los sectores de la sociedad se puedan sentar a dialogar sobre sus problemas concretos y los problemas de la sociedad colombiana”.

“Colombia no necesita fracturas. Necesita ese acuerdo nacional que traiga la paz. Colombia no necesita de odios. De odios nos hemos matado desde que se fundó la República. La paz surge de una repartición justa de la tierra, del acceso real y universal a la salud, de la posibilidad de trabajar en buenas condiciones y dignidad y, sobre todo, de tener una vejez segura y digna”.

Foto principal: Presidencia Colombia

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