El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, expresó este domingo su disposición de trabajar de la mano del nuevo jefe de Estado de Colombia, Gustavo Petro, quien tomó posesión del cargo este 7 de agosto.
“Tiendo mi mano al Presidente Gustavo Petro y al pueblo colombiano, para reconstruir la hermandad sobre la base del respeto y el amor. Aprovechemos esta segunda oportunidad que menciona el nuevo Presidente de Colombia, por el bien de la felicidad y la Paz. ¡ Felicidades!”, expresó el mandatario venezolano a través de su cuenta en twitter.
Durante su campaña, Petro afirmó que de ganar las elecciones, restablecería las relaciones diplomáticas y consulares con Venezuela. Una acción, explicó, que traería como resultado el aumento de ingresos por 10 mil millones de dólares para su país y en la creación de un millón de empleos.
A solo 3 días de haber ganado las elecciones el pasado 19 de junio, desde su cuenta oficial en twitter, el recién electo presidente informó haberse comunicado con el gobierno venezolano, presidido por Nicolás Maduro Moros, para restablecer el paso fronterizo “y el pleno ejercicio de los derechos humanos en la frontera”.
Posteriormente el mandatario venezolano corroboró esta información y destacó haberle comunicado a Petro, en nombre del pueblo de Venezuela, felicitaciones por su triunfo. “Dialogamos sobre la disposición de restablecer la normalidad en las fronteras, diversos temas sobre la paz y el futuro próspero de ambos pueblos”, dijo Maduro en redes sociales.
Pero el proceso de restablecimiento de relaciones no se ha quedado solo en la palabra, ya que el pasado 28 de julio, los cancilleres de Venezuela, Carlos Faría y de Colombia, Álvaro Leyva Durán, se reunieron en el estado Táchira, donde se abordaron 14 puntos específicos y se reflexionó sobre todas las oportunidades que traería la apertura de la frontera entre ambas naciones, en materia de paz, seguridad, actividad económica y comercial.
Este proceso de normalización gradual de relaciones también implica el nombramiento de embajadores en Caracas y Bogotá.
Durante los últimos años, las relaciones entre Colombia y Venezuela han atravesado una crisis continua, ya que desde Casa de Nariño se han sumado a los planes orquestados por Estados Unidos para acabar con la Revolución Bolivariana.
El pasado presidente de Colombia, Iván Duque, fue incisivo con la política injerencista contra Venezuela y ha sido señalado por el propio presidente Maduro de ser ejecutor de planes terroristas en territorio venezolano, con el propósito de desestabilizar el país y lograr acertar un golpe contra su gobierno.
