El régimen sionista de Israel no para de cometer crímenes de lesa humanidad contra Gaza con su operativo “Espada de Hierro”, que incluye mortíferos ataques contra palestinos civiles que habitan dicha región, una de las más pobres del planeta.
En menos de una semana, las fuerzas israelíes han bombardeado tres infraestructuras protegidas por el derecho internacional, agresiones que ejecutó en total impunidad de Estados Unidos (EEUU) y sus aliados de “occidente”.
El pasado 17 de octubre, los sionistas lanzaron una bomba contra el hospital Al-Ahli, matando a más de 500 civiles. Un día después, atacaron con armas de guerra a una mezquita localizada en el campo de refugiados de Nuseirat también en Gaza, cercenando la vida de 40 personas y dejando a otras cientos heridas. Este 19, el régimen de Tel Aviv perpetró otro bombardeó que produjo el derrumbe de una iglesia ortodoxa griega, en la que se resguardaban desplazados, agresión que provocó dos muertos y varios heridos, entre ellos mujeres y menores.
Varios medios internacionales reportan que decenas de víctimas quedaron atrapadas bajo los escombros, razón por la que equipos de emergencia realizan labores de rescate que podrían aumentar el número de muertos.
La estructura colapsada pertenecía a la iglesia y se encontraba cerca del hospital atacado por los sionistas el 17 de octubre. RT reporta allí habitaban ciento de personas que buscaban refugio ante la devastación total provocada por las bombas israelíes.
“¿A dónde se supone que debo ir, si mi casa fue bombardeada? No hay otro lugar para nosotros. Soy un cristiano que vive en Gaza y ellos (israelíes) están bombardeando a musulmanes y a cristianos”, expresó indignado uno de los heridos, en un video difundido en redes digitales.
El Patriarcado de la Iglesia Ortodoxa de Jerusalén condenó el bombardeo. En una declaración obtenida por Roya TV – y citada por el medio ruso- el religioso recordó que los ataques a iglesias y a sus instituciones afiliadas, así como a refugios que proporcionan protección a civiles, especialmente niños y mujeres, son “crímenes de guerra que no pueden ignorarse”.
Este tipo de embestidas son contrarias a la Convención de Ginebra y sus protocolos adicionales, compromisos que han sido asumidos y ratificados por Israel y otros 195 países.
La convención protege “a las personas que no participan en las hostilidades (civiles, personal sanitario, miembros de organizaciones humanitarias) y a los que ya no pueden seguir participando en los combates (heridos, enfermos, náufragos, prisioneros de guerra)”, cita la página de Cruz Roja Internacional.
Este tratado también estipula la protección de sitios de cultos, como iglesias y mezquitas, edificios que se han dedicado a albergar a desplazados y que Israel ataca sin contemplación con el aval de los imperios y sus empresas de comunicación. Adicional a esto, las autoridades militares sionistas desvirtúan los hechos y culpan a Hamas o a otras organizaciones armadas palestinas para justificar sus crímenes.
La operación israelí “Espadas de Hierro” se activó luego de una respuesta armada por parte del brazo armado de Hamas, el pasado 7 de octubre. Parte del plan sionista contra Palestina fue el bloqueo total contra Gaza, región que ya viene siendo asediada por Israel desde el 2007. Así, desde el 9 de octubre, a la franja no entran alimentos y medicinas, y se cesó el suministro de energía eléctrica y agua, lo que acelera la crisis humanitaria preexistente en la región.
El accionar de Israel – que ha dejado ya casi 4.000 muertos en Gaza- ha generado un rechazo total de los pueblos, movimientos y organizaciones globales. Igualmente, los gobiernos de Rusia, Türkiye, China, Cuba, Venezuela, Colombia, Nicaragua, Brasil, entre otros, han manifestado su enérgica condena.
La Franja de Gaza, considerada hoy un campo de concentración, es un territorio rodeado por Israel, el mar Mediterráneo y Egipto. Está separada de Cisjordania por Israel debido a su ilegal expansión que irrespeta las resoluciones de Naciones Unidas, que exigen el establecimiento de Palestina con fronteras de 1967.
Autoridades palestinas reportan que en Cisjordania también se han registrado 65 asesinatos por parte de Israel, desde el inicio de la escalada violenta genocida.
