Israel mata en Gaza a dos madres cada hora

Uno de los objetivos claves en el genocidio sostenido que perpetra el estado sionista de Israel contra el pueblo palestino en la Franja de Gaza, es la mujer, ya que, según la mirada neonazi del régimen, son ellas las portadoras de vida y por tanto acabar con este sector sería agilizar el exterminio de dicho pueblo.

Bajo esta mirada deshumanizada de la mujer, Tel Aviv mata cada hora a dos madres palestinas en la Franja de Gaza, en el marco del Operativo “Espadas de Hierro” que activó a principios de octubre pasado como respuesta a un contraofensiva lanzada por una milicia armada a tierras ocupadas por colonos.

La espeluznante cifra la ofreció la secretaria general adjunta de la ONU y directora ejecutiva de esa instancia para Asuntos de la Mujer, Sima Bahouth, ante el Consejo de Seguridad, quien detalló que, además por el recrudecimiento del asedio sionista, cada hora mueren siete mujeres en dicho territorio considerado un campo de concentración a cielo abierto.

«Nos dicen las mujeres de Gaza que rezan por la paz, pero si la paz no llega, rezan por una muerte rápida, mientras duermen y con los niños en sus brazos. Debería avergonzarnos a todos nosotros que cualquier madre formule una oración semejante», declaró Bahouth, citada por Telesur.

Denunció que el 67 % por ciento de las víctimas de la actual agresión israelí en la Franja de Gaza son mujeres y niños: 14.532 asesinatos en total, entre ellos 6.000 son niños y 4.000 son mujeres.

Otro dato lamentable dijo la directora ejecutiva del Fondo Internacional de Emergencia de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), Catherine Russell, quien precisó que en 46 días de ataques equivalen a más de 115 infantes asesinados por día.

A pesar del rechazo global a esta arremetida – solo apoyada por Estados Unidos- Israel hace caso omiso a toda resolución que emane la ONU y avanza en su afán de acabar con toda vida en Gaza, sin importar género, edad y condiciones. Esto ha provocado que 788.800 mujeres, niñas y niños hayan sido desplazados de sus hogares; 2.056 mujeres hayan quedado viudas y se hayan convertido en el hogar y 7.401 niñas, niños y adolescentes perdieron a ambos progenitores. En medio de la catástrofe hay 50.000 mujeres embarazadas en riesgo; y de ese total 5.522 tienen fecha de parto en el próximo mes.

Ser mujer palestina, es ser resistencia

La activista feminista Andrea D’Atri denunció, en un reportaje publicado en La Izquierda Diario de Chile, que en los últimos cincuenta años se han arrestado o detenido alrededor de 10.000 mujeres palestinas y la mayoría son sometidas a agresiones específicas a su género, como “insultos, amenazas y registros corporales vejatorios, hasta abusos sexuales y otras formas de tortura”.

Estos secuestros – dice- los realizan los colonos sionistas por hasta seis meses bajo la forma denominada “administrativa”, con la que no se imputan cargos ni se lleva a las víctimas a juicio, y pueden ser reiterativas.

El referido medio recoge varios testimonios de la mujer palestina atropellada por Israel, específicamente durante la última escalada contra la franja. “Las noches en Gaza se han transformado en una pesadilla interminable. Dormir es un lujo que no podemos permitirnos y la muerte acecha en cada esquina», dice Nourhan, una abogada de 29 años.

Esta chica se vio forzada a abandonar su vivienda luego de intensos bombardeos que llegaron a destruir todas las casas de su vecindario. Así, tuvo que buscar refugio en casa de su padre, de donde también se vio obligada a huir, en medio de las bombas durante la noche.

“Las cicatrices de la guerra persistirán mucho después de que cesen los ataques aéreos israelíes”, lamentó.

Otro caso notable fue el asesinato de la poetisa, activista, bioquímica y nutricionista palestina Hiba Kamal Abu Nada, homenajeada en Caracas en la XIX Edición de la Feria Internacional del Libro de Venezuela celebrada recientemente. La artista murió luego de un bombardeo israelí el 20 de octubre pasado.

“Si morimos, sepan que estamos satisfechos y firmes. Y digan al mundo, en nuestro nombre, que somos personas justas, del lado de la verdad”, llegó a escribir días antes del suceso. Su último poema fue:

La noche en la ciudad es oscura/ excepto por el brillo de los misiles/ silenciosa,/ excepto por el sonido del bombardeo/ aterradora, /excepto por la promesa tranquilizadora de la oración/ negra,/ excepto por la luz de los mártires./ Buenas noches.

En su escrito, D’Atri rebate la falsa matriz que intenta interponer los sectores sionistas en las redes y medios de comunicación, para desarticular la lucha de la mujer palestina, al tratar de vincular esta batalla con movimientos radicales islámicos que rebajan a la mujer.

“Por eso, quienes luchamos contra todas las formas de opresión y explotación, convencidas de que debemos acabar con las atrocidades del capitalismo, el patriarcado, el racismo y el colonialismo, no somos ajenas a la lucha por la supervivencia que hoy libra el pueblo palestino sometido al genocidio del Estado de Israel”, dice la activista.

“En las redes sociales, las feministas que nos pronunciamos en solidaridad con Palestina, recibimos insultos, agravios y amenazas de sectores antiderechos, conservadores y ultraderechistas que se burlan al encontrar la palabra ‘feminismo’ ligada a la lucha de un pueblo al que suele reducirse exclusivamente a algunas de sus organizaciones armadas y partidos políticos teocráticos -con los que no comulgamos-, profundamente reaccionarios en lo que respecta a la vida y los derechos de las mujeres. Además, la persecución y criminalización perpetradas por el sionismo contra toda manifestación de apoyo a la causa palestina, están a la orden del día: desde la censura y las campañas difamatorias hasta los juicios, la represión policial y las detenciones”, agrega la psicóloga y docente argentina.

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