900 días le bastaron a Lasso para hundir a Ecuador en un profundo atraso social

La Revolución Ciudadana ha sido el proyecto socio económico de mayor alcance y más beneficioso en la historia reciente de Ecuador. En diez años, las políticas del gobierno de Rafael Correa (2007-2017) lograron sacar a 2.5 millones de personas de la pobreza. Sin embargo, con la llegada de la derecha al poder – representada por Lenín Moreno, quien ganó las elecciones y luego traicionó al pueblo- este panorama dio un giro radical y ahora el país andino se ha visto sumergido en un espiral neoliberal que el actual mandatario, el banquero Guillermo Laso, profundizó aún más.

Este 23 de noviembre, Lasso entrega el poder al también magnate Daniel Noboa, quien salió ganador en los comicios pasados convocados tras una “muerte cruzada”, con la que el mandatario saliente esquivó una investigación por corrupción en el Legislativo.

Los indicadores actuales, producto de dos años de Lasso en el poder – de los cuatro reglamentarios- fueron suficientes para darle una estocada final al Estado de bienestar construido durante el correísmo.

“En resumen, el legado de Lasso es un modelo empresarial neoliberal libertario oligárquico, con resultados sociales derrumbados, a los que hay que unir la explosión de la inseguridad ciudadana por el desarrollo de la delincuencia y las mafias, un fenómeno inédito en la historia nacional”, expresó el analista político e historiador ecuatoriano Juan Paz y Miño, citado por Actualidad RT.

En los dos años de Lasso, Ecuador pasó a ser el país más inseguro de Latinoamérica, según la encuestadora Gallup. En este tema, el medio ruso refiere – citando cifras oficiales- que el año 2022 fue el período más violento para esta nación suramericana, con 4.603 homicidios intencionales en los 12 meses, lo que significó un promedio diario de 10,4 casos y una tasa de 25,9 por cada 100.000 habitantes.

Y el 2023 podría ser peor, ya que entre enero y junio pasado se registraron 3.599 homicidios intencionales, equivalentes a un promedio de 19,72 casos diarios, cifra que casi duplica el registro del 2022. “Este delito se incrementó en este período 69,13 %, en comparación con el mismo lapso del año previo y 528,10 % respecto al de 2019”, indica el reporte.

Los dos años de Lasso también fueron los más violentos para las cárceles de este país. Desde mayo de 2021, cuando asumió Lasso, hasta julio pasado se cuentan al menos 13 masacres carcelarias, incluída la peor de ellas en la historia reciente, registrada el 28 de septiembre del 2021 en la Penitenciaría del Litoral, en Guayaquil, que dejó 125 reclusos muertos.

Entre 2021 y 2023 también se dispararon los robos y el hurto, según datos de la fiscalía. En dicho período los asaltos a negocios pasaron de 3.498 a 4.215; robo de autopartes aumentaron de 4.854 a 5.774; allanamientos a domicilios subieron de 5.948 a 7.786, y casi se duplicaron los robos de carros de 5.996 a 11.611.

Otro de los amargos recuerdos que deja este breve período presidencial es la represión y brutalidad policial contra los movimientos indígenas que en 2022 alzaron su voz en las calles contra las medidas neoliberales de Lasso. Durante varias semanas, y en distintos sectores del país, se registraron protestas que fueron respondidas fuertemente por agentes de seguridad, lo que ocasionó al menos 6 muertos y alrededor de 500 heridos.

Regresaron los apagones

El banquero también deja una fuerte crisis energética, con apagones que no se registraban desde hace 14 años; y la promesa inconclusa de generación de 2 millones de nuevos puestos de trabajo.

En el ámbito económico, el Fondo Monetario Internacional (FM) – con el que Noboa pretende seguir afianzando lazos a pesar de sus recetas neoliberales impopulares- proyecta un déficit fiscal de 5.000 millones de dólares a Ecuador, lo que representa cerca del 4 % del Producto Interno Bruto (PIB), al cierre de este año.

Lasso tampoco pudo concretar su meta de multiplicar la producción petrolera, además no logró vender el avión presidencial. Quedó también pendiente la construcción de 450.000 viviendas.

RT refiere que además de esto, Lasso no pudo firmar los 10 acuerdos comerciales con igual número de países. De ellos, solo se pudieron rubricar cuatro: Costa Rica, China, Corea del Sur y República Dominicana.

Paz y Miño califica la gestión de Lasso como “un verdadero retroceso histórico del país”, cita el medio ruso, que lo enmarca en la continuidad al modelo empresarial-neoliberal revivido por Lenín Moreno (2017-2021) y “lo consolidó bajo formas oligárquicas”.

Además, califica a ese gobierno saliente como un “segundo ciclo plutocrático”, porque sigue las líneas del primero que abarcó 1912-1925, cuando la minoría oligárquica instauró, mediante fraudes, un régimen que favorecía al sector privado y bancario en detrimento de las grandes mayorías. La era Moreno-Lasso – dijo- se compara con aquella época por el “rentismo y acumulación privada, con Estado despótico, basado en disminuir o suprimir impuestos (hay que sumar la evasión y los fondos en paraísos fiscales), achicar el Estado hasta asfixiar los bienes y servicios públicos para privatizarlos, precarizar y flexibilizar el trabajo y blindar el sistema con el control de los principales aparatos del Estado”.

A pocas horas de dejar el poder, líderes políticos y analistas denunciaron varias irregularidades en los medios y redes digitales.

El expresidente Correa – hoy en exilio tras una persecución judicial de la derecha en su contra- llegó a tachar de inepto e innoble al banquero.

“Deja a un país con la economía quebrada, con los banqueros más prósperos que nunca. Un país extremadamente endeudado, con cortes de luz, cosa que no sucedía desde hacía 13 años. Los jóvenes no se pueden acordar de esto, pero yo recibí el país con cortes de luz de 8 a 10 horas al día”, situación que se controló en 2010, llegó a decir.

Además, en X alertó que a pocas horas de abandonar el Palacio de Carondelet, Lasso firmó la concesión de ocho proyectos eléctricos a empresas privadas extranjeras por 25 años.

Por su parte, el economista y exministro de Finanzas ecuatoriano Marcos Flores alertó que la administración de Lasso finaliza con una enorme lista roja de metas incumplidas.

El gobierno saliente “deja 80.000 millones de dólares de deuda pública por pagar, precarios niveles de crecimiento económico y empleo, la inversión y servicios públicos arruinados, los acreedores privados externos puntualmente pagados, pagos pendientes acumulados cercanos a 2.000 millones, un déficit fiscal estimado en 5.000 millones y 180 millones en la caja fiscal con corte al 17 de noviembre pasado”.

“Mientras tanto el país continúa esperando que el señor Noboa explique su plan de seguridad, las fuentes de financiamiento del desfinanciado presupuesto del Estado 2024 y al menos las propuestas centrales de su reforma tributaria”, agregó en X.

En este mismo tono se pronunció otro extitular de Finanzas, Fausto Herrera, quien calificó a la gestión de Lasso como “el peor gobierno de la historia”.

“Aparte de dejar en la lona al país, el sinvergüenza de Guillermo Lasso está dejándose aprobado un préstamo de la CAF para el Banco de Guayaquil”, institución vinculada al mandatario.

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