Colapso sanitario de Gaza hace que el infierno de Dante parezca una fiesta de té

La crisis humanitaria en la Franja de Gaza ha tocado fondo esta semana con el colapso del sistema sanitario en esta región azotada, desde hace 18 días, por mortíferos ataques de parte del régimen sionista de Israel. Estas agresiones, cometidas con total impunidad de las potencias del llamado “occidente”, le ha costado la vida a más de 7.000 palestinos, entre ellos más de 2.700 niños.

El Ministerio de Sanidad de Palestina declaró que la situación se debe a la falta de combustible vital para el funcionamiento de los generadores eléctricos de los hospitales. El ingreso del carburante ha sido bloqueado por las fuerzas israelíes, luego de una respuesta armada de Hamas al hostigamiento sionista. El organismo gubernamental agregó que la situación se agrava aun más debido a los constantes bombardeos de Tel Aviv que se registran día y noche.

Actualmente, pacientes de cáncer, renales y de otras enfermedades crónicas están en riesgo de morir, ya que dejaron de recibir sus tratamientos.

De los 35 hospitales públicos de Gaza, 12 cerraron sus puertas “el resto solo atiende emergencias, aunque si la situación no cambia, en pocos días correrán la misma suerte de los que han cerrado”, cita un reporte de El Comercio, medio que alerta que solamente en este territorio palestino hay más de 7 mil pacientes enfermos y heridos que necesitan atención urgente.

Tras el bloqueo total a este territorio -que ya padecía de una crisis humanitaria como consecuencia de los férreos controles israelíes- dejaron de entrar 300 camiones diarios con combustible, comida, alimentos y medicinas. De esta forma el régimen sionista podría asesinar a otros 1.000 pacientes palestinos que necesitan diálisis y otros 2.000 con cáncer que obligatoriamente deben tomar su medicación. También están en peligro de muerte muchos otros pacientes en terapia intensiva que deben estar conectados.

La calamidad es tal que las autoridades locales anunciaron que no atenderán a más heridos por falta de suministros como vendas, gasas, hilo para sutura, alcohol, entre otros.

Otro contratiempo que surge es que los pasillos de los hospitales se encuentran llenos de desplazados palestinos que huyen de la masacre israelí, situación que podría provocar infecciones en los pacientes más vulnerables.

Es común ver ahora a los médicos operar – solo emergencias- sin anestesia y con las luces de sus celulares. Un reporte de la BBC señala que en el sur de Gaza – hacia donde se ha movilizado la mayoría de los palestinos- hay un hospital con la mitad de las salas apagadas para no derrochar combustible.

Mads Gilbert, del Comité Noruego de Ayuda, informó al medio británico que está en Egipto y que espera entrar a Gaza a colaborar. Sus colegas, desde tierras palestinas, le dicen que el panorama en los hospitales es horrible..

“Imagínense un hospital con entre 5.000 y 15.000 refugiados civiles, abarrotado de pacientes que necesitan atención quirúrgica, y luego se va la luz. Creo que pueden imaginarse lo difícil que es eso”, lamentó. La catástrofe “hace que el infierno de Dante parezca una fiesta de té”, sostuvo.

La BBC también estuvo en el hospital Al Shifa, el centro público más grande en la Franja de Gaza. Allí, el doctor Nasser Bulbul explicó lo que significaría para este centro quedarse sin combustible. “En estos departamentos donde hay 55 bebés, si la corriente se va, en cinco minutos perderemos a todos”, dijo.

Por su parte la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos ha anunciado que tendrá que cesar sus funciones en Gaza, debido al bloqueo sionista que solo busca aumentar el número de palestinos muertos. Esta agencia lamentó que en los 54 camiones que atravesaron el paso de Rafah – en la frontera entre Egipto y Gaza- no llegó carburante.

El gobierno de Egipto explicó que todo fue por presión del gobierno israelí que amenazó con bombardear a las gandolas si éstas portaban combustible.

Menores de edad víctimas de cinco masacres

El brutal accionar de Israel, que es condenado por casi unanimidad global, ha dejado escalofriantes cifras que lastimosamente son ignoradas por la llamada “comunidad internacional”, principalmente Estados Unidos, su principal financista. En 18 días de asedio, el régimen sionista ha matado en Gaza a 2.704 niños, casi el triple de lo que ha asesinado en entre el año 2.000 hasta el 6 de octubre pasado: 1.140. Asimismo, en los primeros seis días de asedio, Tel Aviv lanzó mil misiles que mataron a 1.140 civiles palestinos, reporta El País.

Las bombas han caído sobre escuelas, hospitales, mezquitas, viviendas y parques infantiles, instalaciones protegidas por el Derecho Internacional, aunque desde Israel se habla de “blancos terroristas”.

Desde el 2007 -cuando Israel implantó el asedio a este enclave palestino por aire, mar y tierra, tras el triunfo electoral de Hamas- la Franja de Gaza ha sido blanco de cinco ataques mortíferos por parte del sionismo. Así, los gazatíes supervivientes de 17 años han padecido de los bombardeos registrados entre 2008-2009, que se prolongaron durante 23 días; los ataques de 2012 que duraron ocho días; los de 2014, que se alargaron 50 días y fueron los más sangrienta hasta ahora; los de 2021, que duraron 11 días, y la actual, iniciada el 7 de octubre que ya lleva 7.000 asesinados, detalla el medio español.

Representantes de gobiernos del mundo, organizaciones no gubernamentales, activistas a favor de la paz, movimientos sociales, partidos políticos, organismos de integración, agencias de Naciones Unidas, incluso medios y agencias de comunicación que se catalogan como conservadores han denunciado los atroces crímenes de lesa humanidad que ha cometido Israel a lo largo de la historia reciente en contra de Gaza y sus ciudadanos. Sin embargo, la clase política estadounidense – que responde a corporaciones sionistas- se ha empeñado en mantener mil millonarios financiamientos a Tel Aviv y en justificar el genocidio palestino, bajo el principio engañoso de “cero tolerancia con el terrorismo”.

El presidente Joe Biden subestimó recientemente las cifras de asesinados que ha presentado el Ministerio de Salud de la Franja de Gaza. En esta línea, John Kirby, portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, catalogó a dicho ministerio como “una tapadera dirigida por Hamás”.

Foto principal: Roshid Sarraj, uno de los 23 periodistas asesinados por Israel desde el 7 de octubre

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