Aumentan colas del hambre en España por fuerte inflación

Cada día aumentan más las colas de ayuda alimentaria en España, debido a la fuerte inflación que registra ese país europeo luego de las sanciones que ha impuesto la Unión Europea (UE) a Rusia, tras el operativo militar especial de desnizificación del Krenlim en el Donbás.

Las ilegales medidas coercitivas – que fueron promovidas por Estados Unidos y que el bloque europeo replicó a Moscú en una clara postura de supeditación- han desequilibrado el mercado energético, trayendo como consecuencia una fuerte crisis económica-social en los 27 países de la UE.

De acuerdo con la información difundida por el Instituto Nacional de Estadística español (INE) de ese país, el precio de los alimentos subió un 15.4 % anual en octubre, la cifra más alta desde hace casi tres décadas, reseña HispanTV.

El desmedido incremento se debe a que los conductores de los camiones se deben enfrentar a un 77 % de aumento de los carburantes.

El sacudida ha empujado a 13 millones de españoles al borde de la pobreza, lo que representa 28 % de la población.

Para aliviar las largas colas en la que cientos de españoles acuden para pedir alimentos, el gobierno de Pedro Sánchez ha designado 3.000 millones de euros adicionales en ayudas para bajar las facturas de energías.

“Cada semana nos vienen nuevas familias necesitadas a inscribirse, sobre todo desde la guerra de Ucrania”, que agravó el alza de precios, explica a la agencia AFP Raúl Calzado, voluntario de la Red de Apoyo Mutuo de Aluche (Rama), que distribuye siete toneladas de comida por semana y ayuda a 350 hogares en ese mismo período de tiempo.

Pero al ritmo en el que van las cosas, “serán 400 a finales del año”, pronostica Calzado.

La vicepresidenta de esta asociación, Elena Barmejo, también dibuja un panorama preocupante. “Algunos beneficiarios no tienen nada de recurso. Pero tenemos también cada vez más pensionistas con pensiones mínimas, y gente que trabaja pero que no les llega con su salario” ante la inflación desorbitada.

“Hay personas que hasta no pueden afrontar el pago de un litro de aceite de oliva o de un kilo de lentejas”, insiste.

La Federación Española de Bancos de Alimentos, que atiende a 186.000 personas en Madrid y 1.35 millones en toda España, manifiesta que con la carestía desmedida ha nota una baja en las donaciones y ayuda.

Desde enero, la Federación recogió 125.000 toneladas de comida, frente a las 131.000 del mismo periodo del año pasado.

Según un estudio publicado a comienzos de año por la Universidad de Barcelona, uno de cada siete hogares españoles padece inseguridad alimentaria, por falta de acceso a productos sanos y nutritivos.

La turbulencia en el mercado de energía está muy lejos de calmarse en la UE, en donde se registran también protestas y agitación social por el descontento de los ciudadanos del bloque que piden una política exterior independiente a los intereses de la Casa Blanca.

Ya para el 2023 se pronostica más subidas en la inflación en esta región del mundo. El responsable de política económica del Banco Central Europeo (BCE), François Villeroy de Galhau, dijo que el alza debería alcanzar su punto máximo en Francia y en Europa en el primer semestre del próximo año.

“Está fuera de lugar dejar que la inflación se asiente, es una enfermedad de la economía. (…) La inflación debería alcanzar su punto máximo en Francia y en Europa para la primera mitad del año que viene”, dijo durante una entrevista con un medio local.

Dijo que este indicador debería volver a situarse en torno al 2% —que es el objetivo del BCE— en dos o tres años, frente al 10,6% de inflación interanual registrado en octubre.

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