COI castiga a atletas rusos y bielorrusos que irán a París 2024 mientras calla ante genocidio palestino

A casi dos años del inicio del operativo militar de desnazificación del este de Ucrania, Rusia sigue afrontando una fuerte propaganda occidental contra su cultura, identidad y gentilicio. Los ataques son por todos los frentes y los deportes no escapan de ello.

En febrero del 2022, el Comité Ejecutivo del Comité Olímpico Internacional (COI) instó a las federaciones deportivas internacionales y a los organizadores de campeonatos deportivos que no invitaran ni permitieran la participación de deportistas y técnicos de Rusia y Bielorrusia en competiciones internacionales. Un año después, en marzo pasado, la instancia deportiva “recomendó” readmitir a los atletas rusos pero como competidores “neutrales”; es decir, sin himno, uniforme o bandera que identifique su país. Asimismo, el COI, en aquella oportunidad, mantuvo el veto a los deportistas en competiciones por equipos, a los que apoyen activamente el operativo militar y a aquellos que estén contratados por el ejército o agencia de seguridad nacional.

En ese momento, el COI no había decidido si los atletas rusos y bielorrusos irían a París 2024. No obstante, este 8 de diciembre anunciaron que estos competidores sí podrían asistir pero en condiciones que Moscú catalogó de humillantes.

La máxima instancia olímpica dio luz verde a los rusos y bielorrusos para París solo si acuden bajo bandera neutral. A la capital francesa también irán aquellos que no apoyen activamente su país en el operativo anti nazi en Ucrania, por lo que la participación de ambos países será testimonial, seis veces menor que la de Ucrania. “De los 4.600 deportistas que se han clasificado para París 2024, sólo habrá 11 atletas neutrales (ocho con pasaporte ruso y tres con el bielorruso). Como comparación, se han clasificado hasta la fecha más de 60 deportistas ucranios”, resalta el COI, citado por El País.

Se mantiene, igualmente, la censura a atletas rusos y bielorrusos en competiciones por equipo, y aquellos ligados a organismos militares o de seguridad. El medio español resalta que el COI busca truncar a los deportistas que “han desarrollado su carrera desde la infancia a la universidad en clubes estatales patrocinados por los militares, como el Club Central de Deportes del Ejército, el conocido CSKA”.

El Comité Olímpico Ruso (COR) calificó la decisión de contraproducente y dijo que esta fue adoptada por motivos políticos, indica Actualidad RT.

A su vez, la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia, María Zajárova, expresó que “tales acciones políticamente motivadas de los funcionarios deportivos internacionales conducen a la corrosión de todo el deporte mundial”.

Según el COI, con el operativo – que puso fin a la matanza étnica emprendida por el régimen neonazi de Volodimir Zelensky- Rusia vulneró la Tregua Olímpica solicitada por la ONU en 2021 y que estaba vigente entre el final de los Juegos Olímpicos de Invierno de Pekín y el inicio de su modalidad paralímpica. A su vez, el organismo acusó al COR de violar la Carta Olímpica al reconocer los comités de las regiones Jersón, Zaporoyia, Lugansk y Donetsk, provincias que, tras un referéndum popular, se anexionaron a Rusia, como forma de protección a la masacre del régimen neonazi actual de Kiev.

Todas estas penalizaciones contrastan con la tibia – o nula- postura del COI con Israel, estado sionista que lleva 70 años matando, impunemente, a miles de ciudadanos civiles palestinos, específicamente a mujeres y a niños.

Recientemente, Tel Aviv recrudeció los ataques contra la Franja de Gaza luego de una contraofensiva atribuida a Hamas, uno de los más de 100 movimientos armados de resistencia palestinos que están en dicho territorio bloqueado por el sionismo desde el 2007. Los palestinos asesinados sobrepasan los 16.000 mil, de los que el 70% son mujeres y niños. Así, el genocidio continúa bajo el silencio del COI, y de Estados Unidos y la Unión Europea que han sido, convenientemente, complacientes con Israel.

“El hecho de que ahora digan que es inadmisible pedir la responsabilidad colectiva de los atletas en torno al conflicto palestino-israelí es indignante”, lamentó a mediados de noviembre el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, citado por El País.

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