Este domingo 28 de mayo, el pueblo turco decidirá quién será su próximo presidente que tendrá la labor de dirigir los rumbos de ese país para los próximos siete años, período en el que tendrá que afrontar un complejo escenario interno -marcado por una abultada migración siria e inflación- e internacional en medio del conflicto armado entre Rusia y Ucrania.
El pasado 14 de mayo se llevaron a cabo las primeras elecciones, en las que resultó ganador el actual presidente Recep Tayyip Erdogan, con 49,5 %. Su contrincante más cercano, Kemal Kiliçdaroglu, obtuvo el 44,9 %, según informan medios internacionales. Estas cifras empujan a una segunda vuelta, ya que ninguno de los dos aspirantes obtuvo más del 50% de los votos.
Desde entonces, y a pocos días del balotaje, el mapa político electoral comienza a configurarse y ambos candidatos han cerrado importantes alianzas.
El espaldarazo más significativo – y posiblemente decisivo- ha sido el de Sinan Ogan, quien anunció su apoyo a Erdogan. En un mensaje corto, Ogan, político de 55 años que obtuvo el pasado domingo 5,2 % de los votos (casi tres millones de sufragios), pidió a su militancia apoyar la campaña del actual Presidente.
“Creo que ya vemos una victoria casi cantada de quien lleva ya dos décadas en el poder, Recep Tayyip Erdogan. Se esperaría que él consiga los casi tres millones de votos que obtuvo Sinan Ogan y que los seguidores de él secunden el pedido de votar a favor de la alianza que representa Erdogan”, dijo Susana Mangana, analista internacional, en declaraciones a la cadena francesa France24.
Horas antes de conocerse la noticia, Ogan – quien se reunió a puertas cerradas con Erdogan en Estambul- expresó, vía Twitter que cualquier decisión tomada “no se basa en ningún motivo”. “El futuro de la nación turca, la unidad e integridad de nuestro país y su estabilidad serán importantes, y analizaremos los problemas sobre la base de principios, no con expectativas diferentes”, añadió.
Según el medio internacional, el centro de este respaldo está en aquellos electores que aunque siendo oposición a Erdogan, votarían por él para no hacerlo por el candidato Kiliçdaroglu, quien han propuesto un programa de gobierno prosecular.
“Las líneas rojas que le ha puesto Ogan a Erdogan son dos: por un lado, ilegalizar el Partido Democrático del Pueblo (HDP), que es de extracción kurda, que es integrado y también de izquierda tanto por aquellos que se dicen progresistas (…), y por otro lado también devolver a casi 4,5 millones de refugiados sirios que están habitando en Türkiye desde el inicio de las hostilidades y el conflicto en Siria desde hace 12 años”, explica Mangana, que además pone en duda este acuerdo; ya que comprometería al mandatario ante la Unión Europea (UE), instancia que envía millonario apoyo al gobierno de Ankara por frenar los desplazados sirios.
En la otra acera, Kiliçdaroglu busca captar el voto nacionalista. Por ello – agrega el medio francés- el político endureció su línea discursiva contra la migración y negó cualquier negociación de paz con el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), si era elegido.
De igual forma,- y en esta misma línea conservadora- Kiliçdaroglu recibió el respaldo de la organización política Partido de la Victoria (PV), agrupación abiertamente antiinmigrantes.
Umit Ozdag, líder del PV, dijo que cerró alianza con el candidato opositor, luego de tres rondas de conversaciones. Con Kiliçdaroglu “hemos acordado un modelo en línea con las leyes internacionales y que respeta los derechos humanos y que garantizaría la seguridad de los sirios en Siria pero quitaría la pesada carga sobre la economía turca”, dijo Ozdag, citado por AP.
Otras de las piezas que son claves para las elecciones de Türkiye es el acceso de Suecia a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), principal brazo armado y bélico del mal llamado “occidente”, en el conflicto armado que mantienen Rusia y Ucrania.
El ingreso de Suecia a la alianza depende de Ankara, ya que Erdogan ha mantenido congelado este paso ante la negativa de Estocolmo de extraditar a Türkiye a supuestos terroristas kurdos.
Analistas citados por medios internacionales aseguran que el sueño de Suecia de formar parte de la OTAN – como ya lo hizo su vecina Finlandia- podría verse esfumados del todo después de este domingo 28 de mayo.
De igual forma, de continuar Erdogan en la presidencia, Türkiye no se apegará al esquema de ilegales sanciones que han impuesto Estados Unidos y la UE contra Rusia, tras el inicio de la operación militar de desnazificación en Ucrania emprendido por Moscú.
“No nos uniremos a las penalidades económicas (contra Rusia), pues procedemos en base a nuestro propio beneficio y prosperidad”, ha declarado, a comienzos de mes, el canciller turco, Mevlut Cavusoglu.
