Milei gana elecciones y pone a Argentina en la senda del neoliberalismo extremo

El candidato ultraderechista de Argentina, Javier Milei – de la Libertad Avanza- ganó la segunda vuelta electoral presidencial de este domingo con 55.7% de los votos frente a Sergio Massa – de Unión por la Patria-, quien obtuvo el 44.3% de los escrutinios, con 99.1% de las actas escrutadas.

En su primer discurso como mandatario electo, emitido desde su búnker en el Hotel Liberador de Buenos Aires, Milei aseveró que a partir de hoy “comienza la reconstrucción de Argentina” y que su triunfo marca el fin de lo que él denomina “casta”, omitiendo que entre sus apoyos está la del expresidente Mauricio Macri y la líder del derechista PRO, Patricia Bullrich.

Asomó que “la situación de Argentina es crítica”, por lo que advirtió que “los cambios” que dicho país necesita “son drásticos”. El mandatario electo alertó ante un entusiasmado público: “no habrá lugar para gradualismo, para la tibieza, y para media tintas”.

Insistió que los argentinos afrontan “problemas monumentales por delante: la inflación, el estancamiento, la falta de empleo genuino, la inseguridad, la pobreza y la indigencia”, para los cuales no hay más remedio que “abrazar las ideas de la libertad”.

Durante su gobierno, el economista libertario señaló que trabajará de “codo a codo” con “el mundo libre”, en referencia a las anunciadas rupturas de relaciones con Brasil y China por considerarlas “comunistas”. Previamente ya había dicho que de llegar a la Casa Rosada revisará los lazos diplomáticos con Venezuela.

Autodenominado como “anarcocapitalista”, Milei ganó popularidad luego de esgrimir un discurso incendiario, lleno de expresiones machistas y a favor del extremo neoliberalismo que comprende la reducción del Estado y, por ende, la eliminación de la inversión social a los más desposeídos.

Durante su campaña, el político hoy ganador prometió poner en marcha un proyecto “transformador” para Argentina que comprende 35 años. En él sobresale la dolarización total de la economía de Argentina y la eliminación del Banco Central de ese país. Asimismo, promovió políticas a favor de la tenencia de armas, la comercialización de órganos, y la privatización de la educación pública.

Haciendo alegoría a una “motosierra”, Milei también echará adelante una reforma para recortar los fondos que se destinan a jubilaciones y pensiones, y una reducción del número de ministerios a ocho.

También dice aplicar políticas a favor de la “defensa a la vida desde la concepción”.

Además, Milei buscará la competencia de monedas, la unificación del tipo de cambio, la reducción de “gastos” estatales, la privatización de empresas públicas y la «profundización» de la relación de su país con el Fondo Monetario Internacional (FMI), institución a la que Argentina pidió “prestado” 57 mil millones de dólares en la era de Macri.

En el ámbito laboral, el ultraderechista instaurará la flexibilización laboral, que incluye el fin de las indemnizaciones y su sustitución por un seguro de desempleo.

En cuanto a la salud, se generalizará el cobro de las prestaciones que actualmente recibe la población en forma gratuita o subsidiada, señalan varios medios. Y en la educación pública y privada, el próximo gobierno activará el sistema de váuchers o cheques para distribuir los fondos a los padres de modo que se financie la demanda en lugar de la oferta, lo que promueve el desmantelamiento de los colegios y con ello el derecho a la formación en este país. También, la administración de La Libertad Avanza eliminará la obligatoriedad de la educación sexual integral en los colegios.

Tal y como lo hizo el expresidente brasileño, Jair Bolsonaro y la extrema derecha estadounidense, Milei promoverá la desregularización de la tenencia de armas.

“Los progres nos impusieron la dictadura de lo políticamente correcto”

Por su parte, su binomio Victoria Villarruel – vicepresidenta electa- es hija de un militar represor que participó en la “Operación Libertad” punta de pie del Terrorismo de Estado que se instauró durante la dictadura. Esta abogada se ha dedicado a promover ideas del negacionismo argentino, es decir, la corriente de ultraderecha que justifica la violación de derechos humanos durante el régimen militar (1976-1983) apoyado por Estados Unidos y en el que desaparecieron 30.000 personas.

Villarroel, fiel militante antiaborto y una voz contra los matrimonios de la comunidad sexodiversa, preside el Centro de Estudios Legales sobre el Terrorismo y sus Víctimas, organización no gubernamental dedicada a hacer lobby para librar de responsabilidad penal a los represores de la dictadura.

La agenda neofascista de Villarroel la vinculan con movimientos parecidos en otras latitudes, como el bolsonarismo en Brasil, el trumpismo en Estados Unidos y con Vox en España.

“Como dicen mis queridos amigos de Vox en España: si amás a tu país y te animás a decirlo, sos facho. Si te quejás de cómo te ahorcan con los impuestos, no sos solidario y sos facho. Si no estás de acuerdo con el feminismo hembrista y con la ideología de género que discrimina entre los hombres y las mujeres y privilegia a unos sobre otros, sos machista y por supuesto sos facho. Si defendés tu casa o tu tierra y exigís al Gobierno que no te la usurpen los delincuentes o los mapuches sos racista y por supuesto sos facho. Los progres nos impusieron la dictadura de lo políticamente correcto y nos miran desde su dudoso pedestal de superioridad moral mientras nos callan”, llegó a decir en 2021.

Para la electa vicepresidenta, la historia reciente que se enseña en las escuelas es “parcial y tergiversada”, por ello su lema es “memoria completa”. Alegó que el sistema promueve un programa que silencia “la violencia” ejercida por organizaciones de resistencia armada en medio de una cruzada estatal contra el izquierdismo. De igual forma ataca fehacientemente a la organizaciones Madres y Abuelas de Plaza de Mayo.

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