Y no podía ser de otra forma, en el simulacro del pasado domingo la gente se volcó a la calle en un ejemplar ejercicio de determinación y coraje, en lo que constituye apenas una pequeña muestra de la explosión de alegría que recorrerá el territorio nacional, desde el río Esequibo hasta el río Catatumbo, el próximo tres de diciembre, cuando ratificaremos la soberanía sobre esos 159 mil kilómetros cuadrados que nos fueron arrebatados y que reclamamos con la verdad por delante.
Me dijo Marcela que se vota rapidito, que las máquinas están bien finas, y que este ensayo fue uno de los mejores que hemos hecho, mientras que Benedicto nos contó que los colegas de la tercera edad madrugaron, y que por los centros de votación desfilaron todas las organizaciones políticas y sociales en una manifestación multicolor, plural, amplia, a la que no le faltó una eficiente organización.
Al mediodía todas las metas habían sido sobrepasadas. “Vuelve a triunfar la paz en Venezuela”, posteó el Presidente Maduro.
El 3 de diciembre de 2023 será un hito histórico al cual habrá que referirse en los tiempos por venir, es decir, el mandato de la soberanía popular incidirá en las decisiones jurídicas y políticas que vendrán, porque no está en duda que el sol de Venezuela nace en el Esequibo.
Está claro que la Exxon-Mobil quiere robarse la Guayana Esequiba, y para ello cuenta con la complicidad del presidente guyanés, y como lo reveló el exministro de Recursos Naturales de Guyana: Raphael Trotman, utilizan como arma el soborno.
El gobierno guyanés no tiene ni un solo argumento jurídico o histórico que respalde su descarada posición.
