Una de las facetas del genocidio sionista contra el pueblo palestino es el silenciar a los medios y cuentas de redes que denuncian este condenable crimen de lesa humanidad. La última víctima de esta política ha sido Al Mayadeen, canal de televisión libanés al que el régimen israelí le censuró una de sus señales y le confiscó los bienes de su corresponsalía en la Palestina ocupada.
Según informa Telesur, la orden provino del ministro de Comunicaciones de Israel, Shlomo Karhi, quien – en una actitud muy similar al ministro de propaganda nazi Joseph Goebbels- giró instrucciones al “Gabinete de Guerra” a cerrar las oficinas de Al Mayadeen en Ramala ocupada (capital de Palestina, localizada en Cisjordania), medida extensiva a otros medios de comunicación que puedan “atentar” contra la “seguridad” de Israel.
Karhi también dijo que además del cierre, giró instrucciones al general del PKMZ (Mando Central Israelí) para que llevara a cabo “acciones adicionales” contra las instalaciones del medio, “según fuera necesario”.
Esas “acciones necesarias” a las que hacía referencia el neonazi Karhi son al acoso, persecución y maltrato a los trabajadores de la corresponsalía silenciada, tal y como lo denunció su director, Nasser Al-Laham, quien dijo que los militares israelíes llegaron hasta su casa y arremetieron físicamente contra su esposa e hijos, llegando incluso a llevarse secuestrado a uno de ellos..
Al-Laham señaló – informa Telesur- que en los medios israelíes hay una constante propaganda contra Al Mayadeen, conducta que no impidió dar cobertura total a la resistencia palestina, tanto por TV como por redes digitales.
La corresponsal en la Jerusalén ocupada, Hana Mahameed, también fue amenazada por “periodistas” y colonos israelíes, incluso arremetieron contra su vida. La comunicadora, además, denunció persecución intimidatoria por parte de agentes sionistas y acoso hacia su persona.
“Siempre estaremos con los palestinos”
En respuesta a la medida de censura, el presidente del Consejo de Dirección de la Red informativa Al Mayadeen Ghassan Ben Jeddou, expresó en un comunicado que el medio que dirige nunca dejará de “transmitir la realidad de la guerra de exterminio que la ocupación está haciendo contra Gaza y su pueblo”.
“Al Mayadeen nunca retrocederá en su decisión y principio de apoyar a todo el pueblo palestino, y toda su resistencia palestina, en la tierra de Palestina. Alejarnos física y materialmente de la Palestina ocupada no tendrá éxito en separarnos de las masas palestinas y del mundo ni de defender sus causas legítimas que anhelan la libertad y la liberación”, cita el texto.
De igual forma, Jeddou alertó que Karhi es un “sádico asesino de niños que no sabe lo que significa la libertad, ni lo que es la identidad libre”. Denunció que este boicot y censura del sionismo “es parte de su política continua y constante de arrestos, silenciamiento y confiscación de la libertad de prensa y de expresión conocida, incluso aún cuando ese enemigo se jacta presumiendo una imagen de democracia formal y pálida”.
“Somos Al Mayadeen, firmes, seguros y arraigados, hoy y así continuaremos. ¿Acaso no es el lema de Al Mayadeen: ‘Nuestro mañana comienza hoy’? Es así, y ahora le agregamos: Nuestro mañana renace hoy”.
Buscan callar el dolor que les humilla
La arremetida mediática contra el referido canal de televisión ha sido ampliamente condenada por periodistas independientes, movimientos sociales y medios alternativos, que rebaten constantemente las mentiras y falsas matrices de grandes corporaciones informativas hegemónicas a favor de Estados Unidos (EEUU) y sus aliados de Europa.
En carta dirigida a Jeddou, la presidenta de Telesur, Patricia Villegas, resaltó la labor de los trabajadores de la comunicación del medio panárabe y rechazó la censura del régimen sionista, que catalogó como contraria al derecho internacional.
“Al silenciar el trabajo de Al Mayadeen, el enemigo busca imponer una sola narrativa, un ángulo que privilegia unas fuentes sobre otras”, reza la carta.
El canal latinoamericano – que también ha sido blanco de censura y asedio de gobiernos de derecha de la región y de Washington- agregó que este cierre “se suma a la ejecución de periodistas y sus familiares en un intento desesperado de la ocupación por callar el dolor que les humilla”, agrega el escrito.
“Así como existe una fuerza que avasalla, hay mundo que resiste”, y por tanto, Telesur exhorta a Al Mayadeen “mantener en tiempo y forma la continuidad de esta cobertura informativa, que por dura y desgarradora y a veces insoportable desde lo humano, es absolutamente necesaria para exponer todo esa triste realidad”.
La Unión de Periodistas de Cuba también expresó su solidaridad con el canal panárabe. El silencio impuesto contra este medio «es contrario a la libertad de prensa promulgada por Occidente y Estados Unidos, del que ‘Israel’ es fuerte aliado, atenta contra el deber de los periodistas de informar la verdad y confirma las denuncias formuladas por los reporteros en su cobertura al horror en Gaza y la estrategia israelí de tratar de ocultar sus atrocidades contra la indefensa población civil palestina», cita un comunicado.
En este mismo tono se pronunció el editor jefe del periódico yemení Al-Thawra, Abdul Rahman Al-Ahnoumi, quien expresó – citado por el canal censurado- que “la postura sionista revela la crisis de la entidad y constituye un reconocimiento adicional para Al Mayadeen”.
También fijó posición a favor el presidente del Sindicato de Periodistas Palestinos, Omar Nazzal, quien ratificó su compromiso por batallar para no silenciar las voces libres.
Por su parte, el director del Centro Internacional Árabe para la Comunicación y la Solidaridad, y coordinador de la campaña civil para apoyar a Palestina y las cuestiones de la nación, Maen Bashour, dijo que la reunión del gabinete para discutir la prohibición de Al Mayadeen revela “el alcance del odio de los criminales de guerra sionistas hacia los medios influyentes y comprometidos con la verdad”.
Al Mayadeen nació en Beirut, Líbano, en 2012. Rápidamente, este medio, dirigido principalmente al mundo árabe pero que transmite en varios idiomas, se convirtió en una fuente confiable de información para otras empresas de información. Por su amplia cobertura a la causa palestina, que trazó como objetivo estratégico a defender, Al Mayadeen comenzó a incomodar Israel, régimen que llegó a asestar un duro golpe a la señal que se veía en territorio ocupado pero que, afortunadamente, no llega a tocar sus otras vías de salida.
Israel mata en Gaza a más de un periodista por día
El desespero del régimen israelí por promover la propaganda sionista en los medios globales es tal que el presidente de ese país, Isaac Herzog, llegó a suplicar en reunión privada con el primer ministro del Reino Unido, Rishi Sunak, que la BBC tachara en sus notas de “terroristas” al movimiento de resistencia Hamas.
Tel Aviv también ha acosado fuertemente a la cadena catarí Al Jazeera (competencia de Al Mayadeen), por informar sobre los constantes ataques a los hospitales en Gaza, y por ende divulgar los sistemáticos asesinatos de civiles desarmados por parte de Israel.
Desde el pasado 8 de octubre, Israel ha recrudecido los ataques armados contra el pueblo palestino, luego de una respuesta armada de una de las más de cien milicias de resistencia armada en Gaza, tras más de 70 años de asedio y asesinatos por parte de los sionistas. La contraofensiva ha servido de excusa para acrecentar el bloqueo de insumos básicos al territorio palestino y aumentar los bombardeos con armas de guerra (incluso el ilegal fósforo blanco) contra la población civil, que en más de 35 días le ha quitado la vida a más de 11.200 palestinos, entre ellos 6.600 niños y mujeres.
Asimismo, en su afán de callar estos crímenes de guerra, las fuerzas sionistas no dudan en matar a periodistas independientes que revelen al mundo la cruda verdad que afronta Gaza desde inicios del mes pasado. Por ello, los israelíes han asesinado en 35 días a 49 comunicadores, cifra que revela que en promedio el sionismo mata con total impunidad de “occidente” a más de uno de estos profesionales, protegidos por el derecho internacional, cada 24 horas.
