CELAC triunfante ante la vieja Europa imperial

Latinoamérica y El Caribe asestó importantes victorias en la recién culminada III Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), y la Unión Europea (UE), realizada en Bruselas los días 17 y 18 de julio pasado.

En dicho foro, los mandatarios y líderes de la región rompieron el cerco mediático y levantaron su voz por la verdad de los pueblos frente la oligarquía dominante europea, que intentó, sin éxito y por coacción, sumar el apoyo de América Latina al régimen ucraniano neonazi de Volodimir Zelensky.

Asimismo, los líderes latinoamericanos se plantaron contra el asedio que mantiene la UE contra Venezuela y Nicaragua y exigieron el fin del bloqueo a Cuba.

El encuentro, que no se realizaba desde el 2015, abordó agendas marcadas por los nuevos desafíos que irrumpieron durante estos ocho años. En América Latina, gobiernos progresistas y de izquierda llegaron a Colombia, Argentina, Brasil y Honduras, y el imperialismo ha incrementado la agresión sobre Cuba, Venezuela y Nicaragua, naciones que son víctimas de medidas coercitivas que violentan la Carta de Naciones Unidas. A esto se suma la deuda ambiental que deja el Brasil de Jair Bolsonaro – que traba el acuerdo entre la UE y Mercosur-, la creciente crisis humanitaria en Haití generada por la injerencia foránea y la pandemia del Covid19 que golpeó las economías globales.

Bajo este panorama, y ante los cada vez más fuertes lazos comerciales y de amistad entre Latinoamérica, China y Rusia, la UE activó días antes mecanismos de coacción para, en un formato restrictivo de debates, alejar a Beijing y a Moscú de la región y negociar de manera fraccionada ante la CELAC.

Frente a esto, el canciller de Cuba, Bruno Rodríguez, denunció el 10 de julio la falta de transparencia de la UE en la organización del evento. “Se intentan imponer formatos restrictivos, divisivos, que imposibilitan discusiones directas y transparentes, y se pretende ocultar a la prensa y a la opinión pública el contenido de los debates”, rezaba un comunicado oficial de la cancillería cubana.

“Se organizan, de forma unilateral, Foros paralelos a la Cumbre. La parte europea decide por su cuenta, incluso, quiénes serán los representantes de nuestra región en esos eventos”, añade el texto, que fue respaldado por Venezuela.

A la UE no le quedó de otra que cambiar el formato de mesas redondas a un foro general con debates abiertos.

Sin embargo, la plenaria no contó con transmisión oficial televisada ni en redes, una “falla” grave para la naturaleza del evento, que no se realizaba desde hacía ocho años y que reunió a 60 presidentes, cancilleres, primeros ministros y delegaciones.

Luego de una ardua búsqueda, se pueden conseguir en plataformas de internet fragmentos de los debates e intervenciones por separadas, subidas a la red digital únicamente por los departamentos de prensa presidenciales de cada país.

La mayoría de la difusión de los discursos se perdió ya que ésta estuvo monopolizada por los grandes medios hegemónicos a favor de la derecha, tales como EFE, AFP, Reuters, AP, El País, El Mundo, RTVE y El Debate (de España), DW e Infobae, entre otros. Un ejemplo de ello es que estas empresas no llegaron a emitir la intervención de la vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez, sino más bien se centraron en divulgar asuntos nada relevantes, como la forma en la que el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, la saludó en su recibimiento y a indagar la entrada y permanencia de la alta funcionaria en la UE estando “sancionada” por parte de Bruselas.

Tampoco difundieron la intervención de la delegación de Nicaragua, país que actualmente afronta un golpe blando en el que los medios hegemónicos juegan un papel fundamental.

Estas corporaciones se encargaron, más bien, de presentar, sin explicar, al gobierno sandinista – al que tachan de “dictadura” junto con Venezuela y Cuba- como el elemento discordante que puso trabas a un “consenso” contra Rusia, acuerdo que no es tal por la postura soberana de Nicaragua.

A pesar de ello, las agencias de información difundieron la falsa matriz de que la CELAC, e incluso aliados de Moscú como Venezuela y Cuba “condenan a Rusia”.

Nicaragua firme

Al término de la cumbre, la delegación nicaragüense, liderada por el canciller Denis Moncada, ejerció su derecho de desmarcarse de uno de los puntos del acuerdo final, razón por la que Managua explica que no hubo tal “consenso”.

Sin especificar, la declaración aclara que una de las partes no estuvo de acuerdo en un apartado. Se trata del numeral 15, con el que la UE intentaría sumar la condena de la CELAC contra Vladimir Putin. Sin embargo, y ante las objeciones de varios países presentadas días antes, el lenguaje tuvo que ser cambiado, con lo que el objetivo de Bruselas se vio abortado.

En la declaración se condena “la guerra en curso en Ucrania” sin nombrar y señalar abiertamente a Moscú. A pesar de ello, Nicaragua – en pleno ejercicio de un derecho soberano dentro de la CELAC- objetó el punto y emitió un comunicado en el que señala que no hubo tal consenso sobre ese tema.

“El Gobierno de Reconciliación y Unidad Nacional de Nicaragua, informa a nuestro pueblo y a la comunidad internacional que no firmó, aprobó ni acompañó lo que hoy fue anunciado, pomposa y mentirosamente, como Declaración de Consenso de la III Cumbre Celac-Unión Europea”, dice un comunicado, firmado por el canciller nicaragüense.

El gobierno sandinista denuncia que la UE “ha roto todos los procedimientos y mecanismos establecidos por los organismos democráticos” y ha pasado “por encima de las reglas” que fundamentan el funcionamiento de cada entidad, indica RT.

En la primera jornada, el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula Da Silva y el primer ministro de San Vicente y las Granadinas -país que está al frente de la presidencia pre témpore de la CELAC-, Ralph Gonsalves, desmontaron el doble rasero de la UE que exige a Rusia respetar la Carta de Naciones Unidas cuando dicha instancia impone “sanciones” ilegales a Moscú y a países soberanos como Nicaragua y Venezuela.

A pesar de estos desacuerdos, los grandes medios intentaron hacer ver que casi toda América Latina y El Caribe, – incluida Venezuela y Cuba- se enfilaron frontalmente contra el operativo especial de desnazificación de Rusia y manipularon la postura soberana de Nicaragua.

Además de ello, estos medios evitaron mencionar que la UE incumple el numeral 15, que reafirma el respeto de ambos bloques a la Carta de las Naciones Unidas y al Derecho internacional, ya que ésta aplica ilegales sanciones a países soberanos, en una clara subordinación hacia los intereses de Estados Unidos (EEUU).

En la resolución, los gobiernos de Europa también ponen en entredicho a Washington, su principal aliado en el mal llamado “Occidente”, ya que el texto codena que EEUU tache sin fundamentos a Cuba como un estado “patrocinador del terrorismo”. Asimismo, y una vez más, piden poner fin al bloqueo contra la isla, otra información vetada en los grandes medios.

Recuperar el “tiempo perdido”

El primer día de la cumbre, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, anunció un fondo de inversión para América Latina y El Caribe de 50.600 millones de dólares en diversos proyectos en áreas como salud, educación y tecnología, que son parte de Global Gateway.

Según reseña la BBC, los europeos están desesperados por firmar tres tratados de “libre comercio”, uno con México, otro con Chile y otro con Mercosur (Argentina, Uruguay, Paraguay y Brasil). Especialistas internacionales, y voceros del Ministerio de Exterior de Brasil consultados por el medio británico explicaron que este afán se debe a tres grandes causas: “la creciente influencia de China en América Latina, la rivalidad con Rusia y la sensación de que Europa ha perdido mucho tiempo en las últimas décadas”.

Y es que China y Rusia se han convertido en los principales socios y amigos de los países de la región, ya que fueron éstos los que ofrecieron ayuda sanitaria a Venezuela y Cuba en medio de la pandemia, mientras que de Bruselas solo se han emanado medidas coercitivas en contra de Caracas. Igual ha sucedido con Nicaragua que ha encontrado en Rusia un aliado ante los constantes ataques europeos y estadounidenses.

La propia von der Leyen lo admite y ahora trata, en poco tiempo, restituir los lazos que ellos mismos han quebrantado, bajo una mirada neocolonial: “América Latina, el Caribe y Europa se necesitan más que nunca. Vivimos en un mundo más competitivo y conflictivo que antes, que se recupera del impacto de la covid. El mundo sufre las consecuencias de la invasión de Rusia a Ucrania. Y todo eso acontece con la creciente influencia de China en el extranjero”, dijo la consejera citada por BBC. “Hoy es un nuevo comienzo de una vieja amistad”, añadió.

Con Global Gateway, el “viejo continente” pretende hacerle frente a la Ruta de Seda China, un ambicioso proyecto para el que Beijing ha destinado entre 890.000 millones y 1 billón de dólares en diez años en 140 países. Estos recursos del país asiático – añade la BBC- sirvieron para la construcción de carreteras, vías, puertos, puentes y sistemas de transporte de alta tecnología en varias partes del mundo.

Para contraponer a China, Europa busca invertir 337.000 millones hasta el 2027 en países en vías de desarrollo “para cerrar la brecha” entre estos y los desarrollados.

De opresor a distante con Latinoamérica

Durante este encuentro y la Cumbre de los Pueblos (un evento organizado a la par del encuentro), las cicatrices del pasado colonial, así como la fría relación entre Bruselas y América Latina se hicieron sentir.

Las naciones latinoamericanas dejaron claro que, aunque éstas conquistaron su independencia durante el siglo XIX, aún persisten corrientes neocolonistas desde Bruselas. Una muestra de ello es la imposición de medidas coercitivas, mal llamadas “sanciones”, que generan grave daño económico y buscan torcer la voluntad de los pueblos.

Así lo denunció la vicepresidenta Delcy Rodríguez, durante su discurso en la plenaria. “La agresión económica contra Venezuela se ha convertido en un verdadero instrumento de desestabilización para América Latina y El Caribe”. Reiteró que el Gobierno Bolivariano siempre se ha respetado a la legalidad internacional, y denunció, específicamente, que los bloqueos contra su país, así como contra Cuba y Nicaragua, son una “violación directa a la Carta de las Naciones Unidas y al Pacto Internacional de Derechos Civiles y Político”.

El asedio contra Venezuela – que ya suma más de 930 medidas de EEUU, la UE, Canadá, Reino Unido y otros países- ha afectado a las negociaciones energéticas que sostiene Caracas con empresarios europeos, agregó.

Por poner solo un ejemplo, el bloqueo paralizó la cooperación dentro de Petrocaribe, un mecanismo integrador que financiaba – con recursos petroleros- programas sociales y de salud en El Caribe, en donde hay naciones vulnerables y que atraviesan una situación delicada como Haití.

En esta misma línea se pronunció la presidenta de Honduras, Xiomara Castro de Zelaya, quien pidió el levantamiento de bloqueo en contra de Cuba y el fin del saqueo de bienes públicos de Venezuela en el exterior. También exhortó que el cese de persecución contra Nicaragua.

La Organización de Naciones Unidas ha condenado el bloqueo de Cuba, “como medida arbitraria, obsoleta, que condenan al sacrificio a un pueblo, que, podría alcanzar un estándar de vida elevado, sin las limitaciones que se le imponen. Es necesario terminar la piratería, y la confiscación de bienes”, acotó, al tiempo que condenó los intentos de golpe de Estado contra su país orquestados desde Washignton.

Sobre este tema, el canciller de Nicaragua, Denis Moncada, reiteró que las medidas de asedio contra naciones soberanas “han causado un incremento en los precios del petróleo, los fertilizantes, energías y alimentos, afectando los presupuestos gubernamentales, las economías de las familias más vulnerables y obstaculizando nuestra capacidad para cumplir con las metas de la Agenda 2030”.

Por tal razón, Nicaragua exige “que las nocivas e injustas medidas unilaterales sean suspendidas y se les ponga fin a estas políticas denigrantes y violatorias de Derechos Humanos”.

“América Latina y El Caribe ya no es el traspatio de Estados Unidos, tampoco somos antiguas colonias que requieren consejos ni aceptaremos que se nos trate como simples suministradores de materias primas. Somos países independientes y soberanos con una visión de futuro en común”, dijo, por su parte, el presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel en su intervención, en la que recordó que la explotación colonial convirtió a Europa en “acreedores” y a la región en una zona endeudada.

“Debe respetarse, en toda circunstancia, los principios de igualdad soberana y de no injerencia en los asuntos internos de los Estados”, agregó el mandatario, al tiempo que agradeció la solidaridad ante el recrudecimiento del bloqueo estadounidense.

Por su parte, el presidente chileno, Gabriel Boric, puso en duda la efectividad de las “sanciones” en contra de Cuba y Venezuela. Éstas “no aportan solución al problema”, dijo Boric.

“El bloqueo de Estados Unidos a Cuba no aporta nada al pueblo de Cuba, menos aun la inaceptable declaración de Cuba como país que ampara al terrorismo cosa que no es cierta”, añadió y pidió apego al derecho internacional, “porque es una garantía para todos y todas”.

Entre tanto, el presidente colombiano, Gustavo Petro, rechazó la doble moral de “occidente” al llamar “invasión imperial” la de Rusia sobre Ucrania, etiqueta que no emitió la UE frente a la invasión militar de EEUU contra Irak en 2003.

La voz de los pueblos

A la par de la III Cumbre CELAC-UE, se desarrolló también en Bruselas la Cumbre de los Pueblos, evento que reunió a líderes de movimientos sociales y mandatarios progresistas que abogan por el fin del imperialismo destructor, que se sustenta en el unilateralismo.

La vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez, y el canciller de este país, Yván Gil estuvieron presentes. Allí reafirmaron que el camino de Venezuela es abogar por un mundo multipolar; y advirtieron el avance de las corrientes neofascistas en Europa y el mundo que buscan imponer, por la fuerza, el modelo capitalista.

Es un esquema imperial “que solamente ha creado profundas desigualdades, siendo América Latina y el Caribe la región más desigual del planeta”, dijo Rodríguez en su participación.

También enumeró todos los ataques que ha padecido Venezuela, siendo el “gobierno” ilegal y paralelo del exdiptuado Juan Guaidó como uno de los golpes más duros que abrió la puerta al saqueo más grande de la historia republicana de Venezuela.

“Un equis llegó en el año 2019 y se autoproclamó presidente de Venezuela sin haber pasado por las urnas electorales, irrespetando la Constitución y nuestras leyes. Allí la primera voz que se alzó para apoyar ese adefesio antijurídico fue EEUU. Se trató de un plan muy bien concebido por Donald Trump, para robarle al pueblo venezolano sus activos y dineros, para congelar todo tipo de propiedades que tiene Venezuela en el exterior”, alertó.

El canciller Gil, por su parte, valoró la resistencia del pueblo venezolano ante el bloqueo, “que ha sido aplaudido por la Unión Europea que tanto defiende los derechos humanos”.

Victorias para la región

Aunque los medios intentan desviar la atención de los resultados concretos de esta cumbre, a través de una matriz que toma como protagonista a Nicaragua, Cuba y Venezuela, y atacan a las autoridades organizadoras – por acercarse a estos gobiernos legítimos-, la III Cumbre CELAC-UE dejó importantes logros y evidenció una fuerte crisis dentro del llamado “viejo continente”.

El analista y experto en política internacional Jeanpaul Mertz detalla para Koeyú que la primera gran victoria para Latinoamérica en esta cumbre fue el hecho de que no fue aceptado el formato que la UE quería imponer. Se trataba de un “sistema en el cual hubiese reuniones paralelas o diferentes con distintos grupos de países, fraccionando la región mientras ellos sí negocian en bloque con nosotros”, dijo. “Se prefirió hacer al estilo más latinoamericano, que es un gran foro en el cual participen todos, sin distinción”, explicó.

“El hecho de haber podido plantar cara a la UE e indicarle esto es una conversación entre bloques, y por tanto el formato establecido es entre ambos bloques, implica una victoria muy importante y bien sustancial, porque permite a América Latina y El Caribe reconocerse en conjunto, bajo su visión como bloque al momento de enfrentar o negociar con la UE como contraparte”, especificó.

Con respecto a la los lazos comerciales y de hermandad con Rusia y China con la región, el analista recuerda que el país asiático no impone ninguna condición a la hora de pactar proyectos productivos que benefician a todos, postura que sí asumen los gobiernos europeos.

Asimismo, considera como un fracaso los intentos de la UE en conseguir el apoyo de la CELAC al régimen de Volodimir Zelensky. “En África también se ha desarrollado una visión muy parecida a Latinoamérica de neutralidad ante la situación y de mantenimiento de los lazos con Rusia”, añadió el internacionalista.

“La resolución, a la larga, no implica lo que ellos buscaban que era un mayor compromiso de Latinoamérica ni con la guerra ni dejar de lado la relación con Rusia (…) en ese sentido, la UE ve debilitado su esfuerzo de intentar acercar políticamente a su visión, la visión latinoamericana que es mucho más ecuánime respeto a la situación presente en la Europa oriental”, aseveró.

El analista asoma que el origen de este afán de la UE de apoyar a Zelensky se debe a que dicha instancia “está sumida en una nueva crisis, justamente porque la OTAN ha sido más importante para ellos que la propia unión”.

“La alianza estratégica (de la UE) con EEUU ha resultado mucho más importante, al punto de que su envolvimiento dentro de la situación en Ucrania la conlleva a una serie de dificultades que pagan sus propios pueblos”, lo que podría conducir, prontamente, “a los necesarios cambios políticos que permitan a Europa tratar de reacomodar un poco la relación, y superar ese paternalismo, para generar una visión más acorde al mundo pluripolar”, explicó.

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