Con casi 50.000 efectivos activos, los Carabineros es la fuerza policial más importante de Chile. Fue fundada en 1927 con el objetivo de servir al pueblo, preservar la paz y mantener el orden interno. Sin embargo, a lo largo de sus 96 años de existencia, esta institución se ha caracterizado por perpetrar actos atroces y represivos que se enmarcan en delitos de lesa humanidad.
El último caso fue el ocurrido este domingo 10 de septiembre, a propósito de los actos conmemorativos del 50 aniversario del golpe de Estado contra Salvador Allende, ocurrido el 11 de septiembre de 1973.
Para recordar a las más de 4.000 víctimas que dejó el régimen militar impuesto por Estados Unidos, el pueblo chileno de Santiago organizó y participó en La Gran Marcha Por los Derechos Humanos, un recorrido que se realizó desde la Central Unitaria de los Trabajadores (CUT), a pocos metros del Palacio de La Moneda, hasta el Cementerio General de la capital.
Página12 reseña que el pueblo, junto a familiares de las víctimas y líderes políticos, comenzó a concentrarse a las 8.30 de la mañana (hora local) y, apenas habiendo recorrido dos cuadras – de las 20 total de la ruta-, se produjeron los primeros incidentes entre Carabineros y encapuchados.
La fuerza policial activó a tres camiones hidrantes, popularmente conocidos como “guanacos”, para reprimir a las personas. Las víctimas comenzaron a responder lanzando baldosas. Además de agua a propulsión, Carabineros también lanzó gases lacrimógenos, lo que provocó intoxicación en varios de los asistentes, entre los que se encontraban varios periodistas.
Según testigos, los ánimos se caldearon cuando Carabineros cortó el acceso a nuevos participantes a la marcha.
Pese a la represión, los participantes continuaron la actividad coreando consignas características del gobierno Allende, como el clásico “luchando, creando, poder popular”.
La represión de Carabineros entorpeció el recorrido de los marchistas, quienes tuvieron que escabullirse por angostas calles y callejones, en medio de gritos, agua y gas pimienta.
Muchos de los asistentes pudieron ver entre la multitud al presidente de ese país, Gabriel Boric; a la ministra del Trabajo, Jeannette Jara, y la diputada Carmen Hertz, entre otras autoridades.
Ante este hecho, Boric se pronunció vía X (anteriormente Twitter), en la que alegó que ciertamente él, como mandatario, autorizó la actividad, pero agregó que no iba a permitir que un “pequeño grupo” saboteara el acto.
“No nos amedrentan ni intimidan, somos muchos más los que queremos, y vamos a avanzar por transformaciones sociales en paz y diálogo”, dijo en un comunicado en la referida red digital, en el que justificó la represión de Carabineros.
Aunque Boric está considerado como uno presidente de “izquierda”, su postura en varios asuntos internos dejan mucho que desear. Incluso usuarios de X escriben mensajes que dejan en evidencia el doble lenguaje del mandatario que muchas veces favorece a la derecha y reproduce el accionar represivo pinochetista de la oligarquía enquistada desde hace más de 50 años en el Estado.
“Presidente, la derecha y la oligarquía están exaltadas rumiando ganas de una repetición. Ud no puede creer que los encapuchados son de izquierda, que los que atacan a la marcha son de nuestro bando. A ellos no les produce pudor atacar a (Jaime) Guzmán- artífice del régimen de Augusto Pinochet, asesinado-, su objetivo es otro: desestabilizar el gobierno del pueblo como lo hicieron hace 50 años, el pueblo no se debe dejar acribillar”, escribió un usuario llamado Pedro Araya.
Otra usuaria, denominada Marta Cisneras, catalogó como brutal el accionar de Carabineros.
“Hoy se violaron todos los estándares del derecho de manifestación y a la memoria. #A50años se siguen violando los DDHH en Chile. Hoy salimos con Observadores Internacionales que fueron testigos”, expresó.
Varios de los conocidos como tuiteros consideraron que los violentos eran pinochetistas infiltrados. Así lo alertó una usuaria llamada Solange BH.
“Sí, esos encapuchados son pinochenistas haciendo saboteo de la conmemoración. No podrán. No se puede tapar el sol con un dedo”, escribió.
Lo que sí quedó claro este domingo 10 de septiembre es la impronta represiva de Carabineros desde su fundación en 1927, huella que no tuvieron reparo en ocultar un día tan especial y significativo para los pueblos de América Latina, como lo es el 50 aniversario del golpe contra Allende, fecha que sirvió para condenar el fascismo de la ultraderecha.
ADN represivo
Aunque a la presidencia de Chile hayan estado al frente mandatarios que se autodenominan de izquierda o lo menos derechistas posible – como el caso de Michelle Bachelet y ahora Boric-, los Carabineros siguen comandados por personas de fuerte vocación derechista que va en detrimento de los derechos del pueblo, tal y como lo ha demostrado la historia.
Desde 1927 hasta 1970 esta policía participó directamente en 30 asesinatos de trabajadores, pobladores y estudiantes, denuncia el historiador Iván Ljubetic Vargas, en un artículo publicado en 2008 y difundido por varios portales, entre ellos el de Izquierda Diario.
El investigador resalta que solo durante el gobierno de la Unidad Popular – liderado por Allende- el Cuerpo de Carabineros y sus componentes “jugaron un rol al servicio del pueblo. Un ejemplo: los guanacos, que antes y después han servido para reprimir las manifestaciones populares, fueron utilizados para llevar agua a las poblaciones que no contaban con agua potable”.
Pero esta breve vocación popular cambió de inmediato tras el golpe de Pinochet. A partir del 11 de septiembre, y durante toda la dictadura fascista, “hubo siempre en la Junta de Gobierno un representante de Carabineros. Tuvieron, por tanto, responsabilidad directa en todos los crímenes cometidos por el terrorismo de Estado”, agrega Ljubetic Vargas.
Luego de 17 años de dictadura, y bajo el gobierno pseudodemocrático de la Concertación, Carabineros siguió reprimiendo a los chilenos. A partir de este momento redireccionó, con más fuerza, su brutal accionar en contra del pueblo mapuche, quienes reclaman ser los legítimos dueños de tierras en el Sur ante el avance de trasnacionales aliadas con los gobiernos de turno. Así, esta policía comenzó a ser partícipe de persecuciones, desalojo, incriminación y masacres en contra de los pueblos indígenas, quienes no están reconocidos en la Constitución – escrita en 1980 bajo la dictadura-, y quienes hoy siguen esperando justicia.
Entre 1999 y 2021 fueron asesinados más de 25 mapuches en hechos violentos. De ese total, Carabineros estuvo involucrado directamente en al menos 11 casos, según reseña Izquierda Diario.
Carabineros también fue protagonista de unos de los casos más crueles registrados recientemente. Durante el Estallido Social en 2019 en contra del modelo neoliberal, el entonces presidente de Sebastián Piñera ordenó una fuerte represión con esta policía que además causar a 35 asesinatos y miles de heridos, ocasionó, con alevosía y premeditación, lesiones oculares a 460 personas.
Foto principal: https://www.flickr.com/photos/gantz/
