El único camino válido y legal para la solución del diferendo territorial entre Venezuela y Guyana sobre la Guayana Esequiba es el Acuerdo de Ginebra de 1966, que estipula la designación de un buen oficiante para alcanzar una solución acordada.
Así lo ha reiterado el Gobierno Bolivariano que a su vez ha dicho que no reconocerá las decisiones emanadas de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) sobre este asunto, ya que Guyana – que comenzó a otorgar licencias de perforación a trasnacionales, entre ellas a Exxon Mobil, la principal corporación financista del gobierno guyanés- acudió en 2018 de forma unilateral a dicho tribunal en La Haya para terminar de arrebatar el territorio a Venezuela, despojado inicialmente con el írrito Laudo Arbitral de París de 1899.
A su vez, el presidente de Guyana, Irfaan Ali, ha insistido en seguir por la vía de la ilegalidad y ahora se ha asociado al Comando Sur de Estados Unidos para intimidar y amenazar al país bolivariano.
“Los pasos que ha dado Guyana son una insolencia contra la paz de la región. Guyana se convierte en una amenaza, desde Venezuela alzamos la voz contra esta escalada belicista pretendiendo entregar bloques petroleros en un mar que está en controversia desde hace más de 120 años, donde –inclusive- han entregado bloques petroleros en mar estrictamente venezolano, de la costa del Delta Amacuro”, alertó el mandatario venezolano, Nicolás Maduro, el lunes pasado durante la transmisión de su programa “Maduro+”.
En dicho espacio fue enfático y dijo que Venezuela no reconocerá ni las licencias dadas por Guyana – por estar al margen de las leyes internacionales- ni las decisiones de la CIJ sobre esta disputa territorial. Advirtió, además, que el presidente guyanés acudió a dicho tribunal para tratar de frenar el referendo consultivo que se realizará en Venezuela el próximo 3 de diciembre con el que los venezolanos ratificarán sus derechos históricos sobre el Esequibo.
“Venezuela jamás reconocerá la CIJ para resolver la controversia del Esequibo. El 3 de diciembre el referéndum consultivo va porque va. El 3 de diciembre el pueblo le responderá a usted con el voto afirmativo por la unidad integral de Venezuela”, añadió Maduro.
Ante el venidero referendo, el Presidente anunció este martes 31 de octubre que la campaña electoral que comenzará este 6 de noviembre con actividades de agitación y conversatorios, que se extenderán hasta el 1ero de diciembre.
“El pueblo se va a las calles en movilización para prepararse para una decisión histórica y trascendental”, expresó Maduro, durante una jornada con el alto mando político del Gobierno Bolivariano, realizada en La Casona Cultural Aquiles Nazoa en Caracas.
Allí anunció que el comando de campaña estará liderado por Jorge Rodríguez, quien estará acompañado por otros 11 dirigentes revolucionarios como Diosdado Cabello, Cilia Flores, Delcy Rodríguez y Adán Chávez. A ellos, Maduro les instó a recorrer el país y convocar al pueblo a la gran causa de la Patria que es la defensa de los derechos de Venezuela sobre el Esequibo.
“Atención, hombres y mujeres patriotas, a ustedes me dirijo: es una causa de la Patria, vamos a defender la verdad histórica y jurídica”, dijo.
El Mandatario ha insistido en llamados a Guyana a apegarse al derecho internacional, a respetar el Acuerdo de Ginebra y a aceptar el diálogo para buscar una salida pacífica y acordada, peticiones que han sido omitidas por la contraparte.
“Una barbarie, un exabrupto y una actitud de desesperación”
Más temprano, la vicepresidenta Ejecutiva, Delcy Rodríguez, ofreció declaraciones a la prensa para rechazar enérgicamente los intentos de intromisión de Guyana a asuntos internos de Venezuela, al buscar socavar en la CIJ la consulta popular sobre el Esequibo que se realizará en Venezuela.
“Hemos considerado importante informar de algo insólito que ocurre en esta cadena permanente de acciones por parte de la República Cooperativa de Guyana, al solicitar que se derogue nuestro ordenamiento legal de consultar al pueblo de Venezuela sobre el reconocimiento de la Guayana Esequiba como territorio venezolano”, dijo.
Rodríguez calificó la solicitud de Georgetown ante La Haya como “una barbarie, un exabrupto y una actitud de desesperación”. El gobierno del vecino país “pretende venir a dar órdenes al pueblo de Venezuela sin asidero jurídico ni legal e intentar detener un referéndum consultivo ante la Corte Internacional de Justicia, para que no proceda dicha consulta popular que adelanta nuestra República con todo derecho”.
“Nosotros sabremos defendernos en todos los terrenos como siempre lo hemos hecho. Venezuela es libre e independiente y nuestros derechos son irrenunciables. Nuestra autodeterminación y soberanía reside intransferiblemente en el pueblo venezolano”, agregó.
A la prensa, explicó que Guayana es el segundo país del mundo con un régimen fiscal petrolero bajo. Con gráficos, detalló que en el vecino país sólo un tercio de las ganancias por la explotación de crudo termina en manos del pueblo. La otra gran parte son dividendos para las corporaciones transnacionales. Esta misma suerte correrían los recursos de una posible e ilegal explotación de hidrocarburos en aguas poco profundas ubicadas al frente del Esequibo.
De igual forma, denunció que Guyana desde el año 2015 ha venido subastando bloques con petróleos en aguas en disputa, lo que violenta los convenios internacionales. “Son unos vulgares y lo hacen porque cumplen órdenes de la Exxon Mobil y del Comando Sur del Pentágono estadounidense”, exclamó.
Enfrentamientos internos dieron pie al despojo
La Guayana Esequiba, un territorio de 160.000 kilómetros cuadrados, es parte de Venezuela desde el momento que declaró su Independencia el 19 de abril de 1810, tal y como reza la Constitución de la República. Sin embargo, el Reino Unido, que era corona gobernante de Guyana, despojó al país Bolivariano de este espacio con el tramposo Laudo Arbitral de París de 1899, documento diseñado para perjudicar a la Patria de Bolívar que atravesaba inestabilidad política interna.
Luego de décadas, Venezuela reclama los vicios de dicho papel firmado en la capital francesa y acude a la ONU en 1962 y firma con Reino Unido – corona regente- y Guyana el Acuerdo de Ginebra en 1966. Desde entonces, Caracas ha reconocido a este último pacto – que estipula las vías pacíficas y de un buen oficiante- como única vía válida para dejar atrás la disputa territorial.
No obstante, el imperialismo – del Reino Unido y Washington- aprovechó la desestabilización generada por la derecha nacional en Venezuela en los últimos años y en 2015 comenzó a reavivar esta disputa, a través de la Exxon Mobil. Así, Guyana empezó a dar licencias de exploración en aguas reclamadas frente al Esequibo a varias firmas sin consultar con su contraparte, lo que generó comunicados y reclamos de Caracas que nunca fueron tomados en cuenta. Con esta actitud y de forma unilateral, Georgetown acudió a la CIJ para asestar el robo territorial.
En 2020, la CIJ se proclamó “competente” para juzgar este asunto y en abril pasado, luego de varias audiencias, el tribunal otorgó un año para que Venezuela (que no reconoce a este mecanismo al que sin embargo acudió) presente pruebas de que el Laudo de París es ilegal. La corte también anunció que analizará la conducta del Reino Unido, país al que no considera parte. Para abril de 2024 la CIJ no se pronunciará sobre la delimitación de las aguas, proceso que se hará en otra etapa.
Ante todo esto, Venezuela activó una consulta popular sustentada en la Carta Magna que señala que el poder soberano recae intransferiblemente en el pueblo y en otro de sus artículos ratifica que el Esequibo es venezolano.
Foto principal: AVN
