Pese al fuerte rechazo del pueblo, aterrizan en Haití aviones militares de EEUU y Canadá

A pesar del fuerte rechazo del pueblo haitiano a la intervención extranjera, el gobierno de Ariel Henry insiste en esta táctica con el pretexto de frenar la violencia armada de pandillas que controlan varias regiones del territorio.

Este domingo aterrizaron en ese país aviones de la Fuerza Armada de Canadá y Estados Unidos (EE.UU.) que transportaron equipos militares y de seguridad con el fin de “ayudar” a mejorar la “asistencia humanitaria” y contribuir a “fortalecer la seguridad”.

La agencia Sputnik informa que se trata de insumos, como vehículos tácticos blindados, que estarán a disposición del Director General de la Policía Nacional de Haití.

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Según la nota informativa del Departamento de Estado de EE.UU., estos equipos servirán para que la policía local “luche contra los actores criminales que fomentan la violencia e interrumpen el flujo de asistencia humanitaria que se necesita con urgencia”.

El magnicidio en contra del presidente Jovenel Moïse – ocurrido en 2021 y en el que están involucrados paramilitares colombianos y elementos de EE.UU. – desató un caos social y político en la isla, ahora presidida por Ariel Henry promotor de la intervención militar extranjera.

Desde entonces, grupos armados – en complicidad con las fuerzas del orden- controlan varias zonas de la capital Puerto Príncipe y de otras localidades importantes, como los puntos de distribución de combustible, recurso vital para el normal funcionamiento del país.

Esta situación ha conllevado a la aparición de un mercado paralelo e ilegal en donde se venden carburantes seis veces más caro que el precio convencional, a la vez que ha paralizado el comercio y hospitales, así como la recolección de desechos, generando una fuerte crisis sanitaria.

El escenario fue idóneo para la reaparición del cólera, enfermedad que había sido superada en 2019 y que amenaza la vida de 1.5 millones de niños haitianos. Aunque la infección no es grave si es tratada a tiempo y en condiciones sanitarias ideales, esta es grave en Haití en donde se registra fuerte desnutrición infantil y ante el caos social que pone cuesta arriba conseguir agua potable y alimentos.

En 2010, las “Fuerzas de Paz” de la Organización de las Naciones Unidas, denominados Cascos Azules, produjeron un brote de cólera similar que dejó a 10.000 muertos. La presencia de este operativo militar comenzó en 2004 tras un crisis similar actual, luego de que EE.UU. promoviera el golpe de Estado en contra del entonces presidente Jean-Bertrand Aristide.

Además, un informe de la organización reveló que varios de los efectivos de las “Fuerzas de Paz” abusaron sexualmente de más de 2.000 mujeres y niñas menores de edad.

Esas son parte de las razones por las que el pueblo de ese país se opone firmemente en contra de la presencia militar extranjera.

Uno de los principales opositores es el líder del Partido Pitit Dessalines, Moïse Jean Charles, quien ha tachado la supuesta “ayuda militar” como un modo de injerencia promovido por sectores privados locales y Occidente, en especial los gobiernos de Norteamérica.

Con el fin de apoyar la condena a la intervención convocó a varias movilizaciones en todo el país para las próximas semanas.

“El despliegue de una fuerza militar extranjera en el país solicitado por el gobierno de Ariel Henry es para proteger los intereses de los capitalistas y los colonos. No somos el patio trasero de Estados Unidos”, expresó el también exsenador, citado por Prensa Latina.

El pasado 6 de octubre, el Consejo de Ministro de ese país le dio el beneplácito al gobierno de Henry para solicitar “asistencia” militar foránea. Sin embargo, esta semana el Consejo de Seguridad de la ONU debatirá sobre la iniciativa que, según varios analistas, podría recibir el veto de Rusia o China.

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