Paraguay reclama fin de hegemonía del Partido Colorado

Organizaciones sociales, agrupaciones campesinas, movimientos de trabajadores, estudiantes e indígenas de Paraguay se movilizaron en Asunción este martes 15 de agosto durante la toma de posesión del nuevo presidente de ese país, el ultraconservador Santiago Peña. En las calles de la ciudad capitalina, el pueblo de este país sureño reclama el fin del neoliberalismo y de la hegemonía derechista del Partido Colorado (PC) que ha gobernado al país durante 70 años casi continuos, si se toma en cuenta el gobierno del izquierdista Fernando Lugo (2008-2012).

La marcha comenzó en la avenida Gaspar Rodríguez de Francia hasta la céntrica Plaza Italia, en donde el pueblo se manifestó con discursos, ollas populares, banderas, tambores, pancartas y cánticos en contra del neoliberalismo, narcopolítica, corrupción y recortes sociales, políticas que han marcaron fuertemente los gobiernos colorados – en especial los de Horacio Cartés (2013-2018) y Mario Abdo Benítez (2018-2023)- y que parecen definir la ruta del nuevo presidente.

“La idea es demostrar que hay otro 15 de agosto, más allá de la toma de posesión de Santiago Peña. Hay una lucha que se empieza a organizar, porque vamos a defendernos de las visiones abusivas que trae este gobierno”, dijo la senadora del izquierdista Frente Guasú, Esperanza Martínez, citada por la prensa local.

“Ya tenemos un copamiento de los tres Poderes del Estado. Se viene una política de privatización de la salud, se viene una disminución de los ministerios sociales para llevar ese dinero a pagar la deuda pública. Los reclamos de la gente vamos a defenderlos, como hoy estamos haciendo acá”, agregó la legisladora.

En la manifestación participaron representantes de más de veinte organizaciones, que en una jornada de micrófono abierto exhortaron por la preservación de los pocos derechos que, luego de décadas de una pseudodemocracia, aun quedan intactos.

“Este gobierno que asume, antes de asumir inclusive nos ha planteado leyes o proyectos de leyes para desestabilizar nuestra condición de trabajadores y trabajadoras (…) hemos sabido que en este país, solo la clase trabajadora lucha. A las organizaciones campesinas, indígenas, de jóvenes y estudiantes les digo que si salimos a las calles podemos mantener los derechos que hemos conquistado (…) que con el gobierno de Peña pueden ser totalmente capturados”, expresó en la concentración Celeste Houdin de Acción Sindical Clasista.

Las mujeres indígenas también levantaron su voz para condenar los constantes desalojos violentos de los que son víctimas desde hace décadas por parte de grandes empresarios, debido al injusto acaparamiento de tierras que promovió la dictadura de Stroesnner, apoyada por Estados Unidos (EEUU) y el PC.

Acabar con esta agresión es todo un desafío, dijo Bernarda Pesoa, líder de estos pueblos originarios. “No estamos esperando a que nos inviten a su acto de mando porque nunca nos vamos a ir allí porque este gobierno no es nuestro gobierno”, aseveró.

En la actividad también estuvieron representantes de la comunidad sexodiversa, uno de los sectores más golpeados por las políticas represivas de la ultraderecha y que pretende continuar Peña.

“Exigimos que este nuevo gobierno respete todos nuestros derechos y blinde el acceso a todas las oportunidades”, dijo a la Agencia Presentes el vocero de este sector, Miliki Chaves. “Las personas LGBTI resistimos y estamos resistiendo”, agregó Yren Rotela, dirigente del colectivo trans de Paraguay.

Títere de Cartés

Peña, de 44 años es economista formado en EEUU y ha servido para el Fondo Monetario Internacional (FMI), institución conocida por ofrecer créditos impagables a países quebrados a cambio de duras condiciones antipopulares, que generan más pobreza.

Este político llegó a la presidencia luego de resultar ganador en las elecciones del pasado 30 de abril, bajo la bandera del PC. Su programa de gobierno está plagado de recetas neoliberales que no dista mucho de los antecesores Horacio Cartés, a quien señalan como su mentor, y Mario Abdo Benítez.

Varios analistas consideran que en los próximos cinco años de Peña no estará ausente la mano de Cartés, expresidente ampliamente conocido por su alto grado de corrupción; tan significativo que hasta Washington, su principal financista y aliado, ahora le tachó de promover una “corrupción rampante” en un esquema de lavado de dinero, sobornos y posible narcotráfico.

Medios internacionales refieren que Peña ocupó también una alta gerencia del Banco Basa, propiedad de la familia Cartés.

En su campaña, el economista prometió crear al menos 500.000 nuevos empleos, en un país en el que habitan poco más de 7 millones de habitantes, de los que el 60 % tiene trabajos informales y una tercera parte está inmersa en una fuerte pobreza.

En su discurso de toma de posesión, Peña aseguró que mantendrá “las tradiciones católicas”, características del PC que sirven como excusa para no otorgar derechos a las mujeres y a las comunidades sexodiversas.

En una clara sumisión a las órdenes de EEUU, Peña prometió fortalecer las relaciones de Paraguay con la Casa Blanca y el régimen sionista de Tel Aviv. Sobre este último aspecto, anunció que moverá su embajada a Jerusalén para complacer al régimen israelí, lo que complica el fin del genocidio contra los palestinos por parte de los sionistas.

De igual forma, el gobierno de Peña mantendrá el reconocimiento a Taiwán como “país independiente” de China, tal y como lo impuso el dictador Stroessner. De esta forma Paraguay sigue siendo el último país de América Latina en sostener esta írrita postura que genera tensión en Beijing.

Ministro pieza de EEUU

Una de las piezas claves en la nueva administración es Enrique Riera, exministro de Educación de Cartes, que ahora ocupará la cartera del Interior. A Riera se le conoce por sus fuertes vínculos con el ala más reaccionaria de la ultraderecha estadounidense, por criminalizar la lucha por la tierra y por amenazare con quemar libros que contuvieran la palabra “género”, al mejor estilo de la Alemania nazi.

El medio La Política On Line asegura a través de una fuente anónima que Riera es “el vocero del cartismo en esos foros internacionales”. “Se refugia con la ventaja de tener vínculos con think tanks ultraconservadores que lo invitan a hablar de democracia”, añade el informante. El referido portal alerta que este político neofascista mantiene vínculos con sus pares en Miami – conocida localidad en la que conspiran terroristas cubanos y venezolanos- y recuerda fue expositor en la Conferencia Política de Acción Conservador realizada en 2022 en México, organizada por el actor y productor mexicano de “Sound of Freedom” Eduardo Verástegui, promotor de ideas conspirativas que tributan al retroceso de derechos sociales.

La corrupción infinita

En su toma de posesión asistieron los mandatarios de Argentina, Alberto Fernández; Brasil, Luiz Inácio Lula Da Silva; Bolivia, Luis Arce; y Chile, Gabriel Boric. Además estuvo el rey Felipe de España y el vicepresidente de Taiwán, Lai Ching-te.

Frente a ellos, Peña prometió poner fin a la corrupción, una tarea difícil en un país con altos índices de descomposición institucional en el que el PC no ha dejado de gobernar en casi 7 décadas y que ahora concentra todos los Poderes Públicos, especialmente en el Legislativo: 23 de los 45 asientos de la Cámara Alta del Congreso; y 48 de los 80 puestos de la Cámara de Diputados. Asimismo, la ultraderecha colorada acapara una fuerte hegemonía regional con 17 de las 23 gobernaciones.

En su alocución expresó la utópica necesidad de “una justicia independiente con una decisión política clara, contundente e inquebrantable para implementar políticas de transparencia”. También señaló que “la erradicación de la pobreza solo se logra con políticas de mercado abiertas”, tal y como lo ha venido haciendo la élite gobernante y que solo ha dejado más pobreza en Paraguay

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