Este domingo, el candidato del Partido de los Trabajadores (PT), Luiz Ignacio Lula Da Silva, obtuvo un 48.43 % de apoyo (57.258.115 votos) en las elecciones generales de Brasil, cifras que lo dan como ganador de la jornada pero, a su vez, lo llevan a una segunda vuelta.
En una contienda bastante reñida, el líder izquierdista derrotó a su rival y candidato a la relección por el Partido Liberal, Jair Bolsonaro, quien obtuvo el 43.20% de las actas (51.071.277 votos).
Apenas el Tribunal Superior Electoral (TSE) emitió resultados irreversibles, Lula ofreció declaraciones a la prensa, en las que ratificó que ganará el próximo 30 de octubre cuando se realice el balotaje.
“Quiero decirles que vamos a ganar (…) esto para nosotros es solo una prórroga”, aseveró el postulado, quien recordó que hace cuatro años lo trataron “como a un ser fuera de la política”, en referencia al lawfare e injusto encarcelamiento del cual fue víctima.
“Para desgracia de algunos, tengo otras cuatro semanas para seguir haciendo campaña (…) Son 30 días más. Me encanta hacer campaña, ir a los mítines, discutir con la sociedad brasileña, dialogar. Además, se dará la oportunidad de tener un debate con el presidente (Jair Bolsonaro) para saber si él seguirá contando mentiras o si le va a hablar verdades al pueblo brasileño”, agregó visiblemente alegre.
“Esto lo veo como una segunda oportunidad que me está dando el pueblo brasileño. Mañana ya comienzo en campaña. La lucha continúa hasta la victoria final”, añadió Lula y recordó que en sus dos oportunidades anteriores en las que ganó la presidencia no fueron en primera vuelta, así que insistió en que la victoria del PT estaba escrita para el 30 de octubre, tres días después de su cumpleaños número 77.
Durante su campaña, Lula ha dicho que reinstaurará el modelo de protección social desmantelado por Bolsonaro, con el que en sus períodos anteriores (2003-2011) logró sacar de la pobreza a millones de brasileños, reducir el hambre considerablemente y disminuir el desempleo, llevando al país suramericano a un crecimiento económico reconocido hasta por organismos neoliberales, como el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial.
A su vez, el líder del PT ha denunciado que Bolsonaro ha impuesto una retórica de odio, muy alineada al neofascismo, y ha advertido que el líder ultraderechista y su familia están involucrados en varios casos de corrupción, como el doble gabinete en el Ministerio de Educación, y los sueldos fantasmas de su primogénito y también político, Flávio Bolsonaro.
En las elecciones de este domingo, estaban llamados a votar 156 millones de brasileños. Sin embargo, según el presidente del TSE, Alexandre de Moraes, acudieron a las urnas electrónicas más de 123 millones de electores, lo que dejó una abstención en aproximadamente 20 %, como ha sucedido en comicios presidenciales anteriores.
Luego de conocerse el triunfo de Lula, los presidentes de Argentina, Alberto Fernández; de Bolivia, Luis Arce; y de México, Andrés Manuel López Obrador, le extendieron sus felicitaciones.
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