Denuncian ensañamiento contra iraníes de avión de Emtrasur secuestrado por EEUU

Desde hace tres meses, el aparato de “justicia” de Argentina, bajo presión estadounidense, mantiene secuestrado en Buenos Aires a un avión venezolano de la empresa Emtrasur así como a sus 19 tripulantes: 14 venezolanos y cinco iraníes.

La aeronave Boeing 747-300M pertenecía anteriormente a la aerolínea iraní Mahan Air fue vendida a la estatal de Venezuela Conviasa, empresa matriz de Emtrasur. Ambas compañías son perseguidas con ilegales sanciones impuestas por Estados Unidos, país que trata de forzar pruebas en contra de la tripulación y vincularla, sin argumentos, con supuestas “actividades terroristas”.

“El avión Boeing 747-300 fue vendido el año pasado a Venezuela. Al contrario de las propagandas de los medios de que el avión es iraní, este aparato es totalmente venezolano y actualmente es propiedad de la empresa Emtrasur”, afirmó el miércoles Amir Hosein Zolanvari, portavoz de Mahan, citado por HispanTV.

El medio iraní le preguntó sobre las tareas específicas del piloto persa Qolamreza Qasemi y sus compatriotas en el avión venezolano. El vocero de la compañía aérea respondió que se trata de un contrato entre Teherán y Caracas.

“Según el contrato de venta firmado con Venezuela, acordamos enviar nuestra tripulación para instruir a los tripulantes venezolanos”, dijo Zolanvari, quien especificó que Qesamí trabaja como piloto instructor 747-300 desde 2016, pues posee “el título de examinador”, habilidad técnica que pocos pilotos han logrado obtener, detalla el medio.

Por pedido estadounidense, los técnicos argentinos han revisado toda la nave sin encontrar novedad ni violación a alguna norma internacional. El pasado 25 de junio, los juristas del país sureño ordenaron la liberación de la carga – que se trataba de autopartes- y se concentraron en el origen del avión.

“Mi padre, desde hace un año había empezado a entrenar a venezolanos” y debe estar presente en los vuelos de novatos. “En este periodo, había tenido más de cien despegues y aterrizajes en diversos destinos latinoamericanos, y nunca le había pasado algo similar”, dijo Mohamad Hosein Qasemi, hijo del capitán Qasemi.

El familiar denunció que estas acciones en contra de sus compatriotas buscan fomentar además la xenofobia en contra de los iraníes.

El pasado 6 de junio, el avión de Emtrasur aterrizó en el Aeropuerto Internacional Ezeiza en Buenos Aires desde México. Debido a las ilegales sanciones contra Venezuela, la empresa Shell se niega surtir de combustible al avión ya pagado con anterioridad. Ante esto, la tripulación decide volar a Uruguay el 8 de junio para cargar gasolina. En pleno espacio aéreo, las autoridades de ese país revocan el permiso, por lo cual la aeronave se retorna a Buenos Aires, en donde es secuestrado por orden del juez Federico Villena, en una clara sumisión de Estados Unidos y de fuertes lobbies israelíes en Argentina.

Venezuela también ha condenado este secuestro y ha reafirmado que detrás de esta acción ilegal está EEUU, específicamente el Buró Federal de Investigaciones (FBI), tal y como lo denunció recientemente el presidente venezolano, Nicolás Maduro.

“Es una maniobra contra Venezuela, como tantas otras maniobras, para robarnos activos, cuentas, dinero, oro en el exterior”, expresó el mandatario durante una entrevista a una emisora de Argentina.

Maduro aclaró que Venezuela emprende todas las acciones legales para la recuperación de la aeronave y lograr, de igual forma, la libertad de la tripulación.

“Confío en que podamos lograr la justicia y, más temprano que tarde, esta maniobra que dirige el FBI personalmente pueda desenredarse”.

Manifestó su apoyo para que los iraníes también recuperen su libertad.

Contra esta irregularidad se han pronunciado movimientos sociales, gobiernos y organismos como la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América-Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP).

En un comunicado, el bloque denunció que este hecho constituye “una nueva maniobra de incumplimiento de la Carta de las Naciones Unidas y del Derecho Internacional, basada en las ilegales medidas coercitivas unilaterales aplicadas contra Venezuela”.

Con este avión, Venezuela cumplía labores humanitarias como el traslado de medicinas y alimentos, tareas que se vieron cuesta arriba por el ilegal bloqueo de EEUU

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