Los gobiernos de los países de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América-Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP) rechazan el entramado de sectores políticos de la derecha de Perú que, en aprovechamiento de las medidas tomadas por el presidente constitucional de ese país, Pedro Castillo, declararon, desde el Congreso, su destitución.
“Repudiamos la represión por parte de las fuerzas del orden contra el pueblo peruano que defiende a un gobierno elegido en las urnas y hacemos un llamado al diálogo, el entendimiento y la cordura de todos los actores políticos, económicos y sociales de la República del Perú, así como alzamos nuestra voz para que se garanticen los derechos fundamentales de este pueblo hermano”, reza la declaración final de la XXII Cumbre del ALBA-TCP realizada en La Habana, Cuba.
El bloque – que celebró el encuentro, a propósito de su 18° aniversario- condena “los planes y acciones desestabilizadoras impulsadas por poderosos factores externos y oligarquías nacionales quienes han logrado o intentan desconocer la voluntad de los pueblos de América Latina y el Caribe, expresada de manera democrática y legítima en las urnas”.
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En esa misma línea advierten y rechazan los intentos de socavar a los gobiernos de Bolivia, Nicaragua y Cuba; así como repudian la imposición de bloqueos y Medidas Coerticivas Unilaterales, las campañas de desprestigio y lawfare contra líderes regionales, que solo buscan fragmentar la unidad latinoamericana.
“En ese sentido, expresamos nuestro más firme rechazo a las acciones judiciales políticamente motivadas contra la compañera Vicepresidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner”, añade el texto.
El ALBA-TCP también respalda el derecho de los países del Caribe a recibir un tratamiento justo, especial y diferenciado; y reitera el apoyo de estas naciones a sus “justos reclamos y reparaciones por los daños del genocidio nativo, colonialismo y la esclavitud”.
Es precisamente El Caribe una de las regiones del mundo más afectadas por el calentamiento global, que es exacerbado por el acelerado modelo de consumo capitalista de las naciones “ricas”. El ALBA-TCP llama a la activación del Fondo de Pérdidas y Daños para Países Vulenerables adoptado en la reciente COP27 en Egipto.
“Afirmamos que la financiación climática, la transferencia de tecnología y los medios de desarrollo de capacidades son obligaciones y compromisos de los países desarrollados por su responsabilidad histórica con la degradación medioambiental, los insostenibles patrones de producción y consumo del capitalismo y el injusto orden económico internacional que perpetúa la desigualdad, la pobreza y el subdesarrollo”, expresan.
Asimismo, ratifican su apoyo al hermano pueblo de Haití, en donde se vive una fuerte crisis política-social, acentuada desde el 2021 por el magnicidio del presidente Jovenel Moïse.
El ALBA-TCP apuesta por la vía del diálogo y la concertación para dirimir las diferencias; así manifestaron su apoyo a los procesos de negociación reactivados entre el Gobierno de Venezuela y entre el Gobierno de Colombia y el Ejército de Liberación Nacional (ELN).
De igual forma, agradecieron la labor de Sacha Llorenti, quien deja la secretaría ejecutiva del organismo, que ahora será asumida por el embajador venezolano en Colombia, Félix Plasencia.
Fue el 14 de diciembre del 2004 cuando los comandantes Hugo Chávez y Fidel Castro decidieron activar el ALBA-TCP como un poderoso mecanismo de integración y cooperación entre las naciones de América Latina y El Caribe. Desde entonces, esta instancia ha puesto en marcha exitosos planes económicos, sociales y educativos de beneficios compartidos.
Foto principal: Cancillería de Cuba
