Además de una frontera e historia en común, Venezuela y Colombia son naciones hermanas que están destinadas, por el bien de sus pueblos, a mantener unas sanas relaciones diplomáticas en todos los campos.
Este normal equilibrio ha sido trastocado constantemente por la oligarquía bogotana, que, históricamente, se ha dedicado a servir a intereses foráneos. Es por ello que, desde la llegada del Gobierno Bolivariano a Venezuela, ha sido la aliada perfecta de Estados Unidos para atacar a dicho proceso.
El punto cúspide fue en 2019, cuando, bajo el gobierno del ahora expresidente Iván Duque, desde Colombia se pretendió invadir a Venezuela en febrero de ese año, con la excusa de ingresar supuesta “ayuda humanitaria” a través dela frontera común.
Esa agresión puso fin a las ya tensas relaciones entre ambas naciones. Ya desde Colombia no reconocían, desde enero del 2019 al gobierno legítimo de Maduro y daban por tierra su buena voluntad de mantener un fructífero diálogo.
Con la llegada de Gustavo Petro al poder, este escenario dio un giro de 180 grados.
Este 11 de agosto, Venezuela y Colombia designaron embajadores tanto en Bogotá como en Caracas. El presidente Maduro, durante una actividad con el sector industrial, nombró a su excanciller Félix Plasencia como máximo representante en el vecino país.
“Quiero anunciar que el excanciller, Félix Plasencia, quien fue embajador en la República Popular de China y quien es hoy presidente del Centro Internacional de Inversiones, lo he designado como próximo embajador en la República de Colombia”, declaró Maduro.
El mandatario explicó el Ministerio de Exteriores de su país solicitó a la Cancillería colombiana su consentimiento sobre la nueva designación. «Pronto estará en Bogotá el embajador Félix Plasencia, hombre de experiencia, diplomático, político de gran capacidad, de relacionamiento”.
Plasencia fue el máximo representante diplomático de Venezuela entre agosto del 2021 y mayo del 2022. Licenciado en Estudios Internacionales, Plasencia tiene una amplia carrera en el ámbito. Entre 2019 y 2021 fue embajador de Venezuela en China, una de las naciones con las que el país caribeño mantiene estrecha relaciones. También fue vicecanciller para Asia, Medio Oriente y Oceanía así como ministro de Turismo y Comercio Exterior.
“La Diplomacia Bolivariana de Paz será la base sólida para fortalecer la hermandad histórica de un mismo pueblo, la de Venezuela y Colombia, hijas de El Libertador Simón Bolívar”, expresó Plasencia en su cuenta de Twitter.
A pocos minutos de la designación de Maduro, el presidente Petro anunció quién sería su embajador en Venezuela.
“He decidido, en respuesta al Gobierno venezolano que ha designado embajador que tendrá como responsabilidad normalizar las relaciones diplomáticas entre los dos países, designar a Armando Benedetti como embajador de Colombia ante Venezuela, esperando el beneplácito de ese Gobierno y también con la ardua tarea de normalizar las relaciones entre los dos países, restablecer la institucionalidad que existía desde décadas antes para que los dos pueblos hermanos puedan guarecer sus derechos, garantizar sus libertades y lograr que entre Colombia y Venezuela se pueda construir riqueza para ambos pueblos”, expresó el presidente colombiano.
Benedetti es excongresista, periodista y político. Ha trabajado como comunicador social en varios medios. Su primer contacto con la política lo tuvo en 1998 cuando fue electo como concejal de Bogotá. Desde entonces ha sido electo como miembro de la Cámara de Representantes de Colombia y senador de su país.
Tras el anuncio, el político colombiano le escribió a Petro en sus redes: «Lo sorprenderé cuando lleguemos a 10.000 millones de dólares en intercambio comercial, cuando beneficiemos a los más de 8 millones de colombianos que viven en la frontera. Ninguna línea imaginaria nos volverá a separar como hermanos. ¡Gracias por su confianza!”.
Benedetti fue parte clave de la campaña presidencial de Petro y formó parte de la reunión que tuvieron los cancilleres de Venezuela y Colombia, Carlos Faría y Álvaro Leyva, respectivamente, en el estado fronterizo venezolano Táchira con miras a preparar el camino para la normalización de relaciones.
Ha sido el comandante Hugo Chávez quien ha impulsado la Diplomacia de Paz, caracterizada por el respeto mutuo y no injerencia en asuntos internos de los países. Esta doctrina busca el desarrollo compartido del pueblo venezolano con las naciones del mundo.
Sin embargo, el expresidente Álvaro Uribe (2002-2010) – hoy vinculado al narcotráfico, parapolítica y falsos positivos- convirtió a Colombia en el epicentro de la desestabilización contra Venezuela. Su gobierno fue génesis de un largo esquema de agresiones que llevaron, a través de los años, a tensas relaciones entre el Palacio de Miraflores y la Casa de Nariño que vieron fin en 2019.
Colombia y Venezuela hermanas
Durante los últimos 40 años, Venezuela ha sido país de acogida de millones de colombianos que se han visto en la necesidad de huir del conflicto armado más largo en la región.
En 2019, el presidente Maduro anunció que en Venezuela vivían seis millones de neogranadinos, y que para ese año se había incrementado a 250.000 los nuevos desplazados colombianos, cifra que contrasta con los 180.000 registrados en 2018.
“La verdad es que el pueblo colombiano viene huyendo de la violencia paramilitar, de la violencia del narcotráfico, del hambre, de la miseria, del exterminio, del genocidio, del asesinato promovido y tolerado por el gobierno de Iván Duque”, advirtió el mandatario.
Duque fue parte de los gobiernos de derecha de la región que promovieron el desplazamiento de venezolanos hacia su país, en donde luego eran víctimas de campañas de xenofobia, maltrato e incluso exterminio sistemático, planificada por el exmandatario colombiano.
Ante esto, en octubre del 2021, Caracas anunció que denunciaría a Duque en la Corte Penal Internacional de La Haya, por violación a los Derechos Humanos.
El accionar de Duque “se enmarca en una política sistemática y masiva de persecución y exterminio contra los migrantes venezolanos, que se vieron obligados abandonar el país a consecuencia del bloqueo financiero y económico impuesto por Estados Unidos”, expresó en aquella oportunidad, la vicepresidenta venezolana, Delcy Rodríguez, quien, además advirtió que el exgobernante se benefició de los recursos que otorgaron las agencias internacionales para la supuesta atención de los desplazados venezolanos.
Sin embargo, los actuales presidentes de ambas naciones buscan solventar y atender los problemas comunes y superar las trabas que se heredan del uribismo.
Maduro ha enfatizado que Venezuela y Colombia son naciones hermanas unidas por el legado del Libertador Simón Bolívar. “Somos hermanos en los deseos de libertad. Colombia hermana. Si, colombianos y colombianas”, expresó.
