El accionar fascista y neonazi del régimen sionista de Israel no solo se limita a la agresión física en contra de los palestinos, que ha llegado a su cénit con el actual genocidio que perpetran en Gaza, brutalidad que ya deja, en sus más de dos semanas, a más de 2.778 civiles asesinados, entre ellos 1.030 niños.
Las agresiones de los representantes del gobierno de Tel Aviv también son de índole político-diplomático. Y es que esta semana, el blanco de los ataques sionistas ha sido el presidente colombiano Gustavo Petro, a quien Israel intentó chantajear debido a las denuncias que hace en la red X de las atrocidades de Israel en contra de palestinos, especialmente aquellos que viven en la Franja de Gaza.
Petro ha desmontado el doble discurso de las potencias de “occidente” que solo respetan – a conveniencia- una parte de las resoluciones de Naciones Unidas que exigen reconocer tanto a Palestina como a Israel como dos estados libres y con plenos derechos. Asimismo, en sus posts, el presidente exhorta al cese del genocidio, llama al diálogo y anunció por dicha red digital que enviará ayuda humanitaria a Gaza, región asediada desde hace 16 años por el régimen sionista, a la que comparó con el campo de concentración nazi de Auschwitz.
Ante esto, el embajador de Israel en Bogotá, Gali Dagan, dio el primer paso y atacó al mandatario colombiano. En una entrevista a la corporación privada Blu Radio, el “diplomático” recalcó que tras la contraofensiva de Hamas del pasado 7 de octubre su país ahora es la “víctima”, sin mencionar que Israel recibe al año mil millonarias ayudas militares de parte de EEUU con las que han asesinado, en total impunidad de “occidente” y durante siete décadas, a miles de palestinos.
En el intercambio de palabras, Dagan ordenó a Petro – irrespetando la investidura presidencial -a que exprese su “apoyo” a Israel y le instó a que deje de comparar a Gaza, que está actualmente sin servicios básicos como agua, luz, gas por instrucción de Israel, con un campo de concentración nazi.
“Me encantaría invitar al honorable señor presidente a que me acompañe y podamos viajar a Israel. Le invito a visitar el Museo de Yad Vashem. Podemos también hacer una paradita en Polonia, visitar el campo del muerto de Auschwitz-Birkenau, el campo de muerto de Majdanek”, espetó, de forma grosera, Dagan.
Ante estos insultos, Petro le respondió al representante sionista en X: “Ya estuve en el campo de concentración de Auschwitz y ahora lo veo calcado en Gaza”.
El cruce de palabras – y la acertada comparación- disparó la rabia de Israel, por lo que Lior Haiat, vocero del Ministerio de Relaciones Exteriores israelí, condenó las “declaraciones hostiles y antisemitas” de Petro y, en forma de chantaje, anunció que su país detiene “las exportaciones de seguridad a Colombia”.
En este mismo tono, el mandatario colombiano contestó firmemente en otro mensaje: “Si hay que suspender relaciones exteriores con Israel las suspendemos. No apoyamos genocidios. Al presidente de Colombia no se le insulta”.
“Colombia como nos enseñó (Simón) Bolívar y (Antonio) Nariño es un pueblo independiente soberano y justo. Algún dia el ejército y el gobierno de Israel nos pedirá perdón por lo que hicieron sus hombres en nuestra tierra desatando el genocidio. Me abrazaré con ellos y ellas y lloraré por el homicidio de Auschwitz y de Gaza, y por el Auschwitz colombiano”, añadió el jefe de Estado.
En este mismo tono se pronunció el ministro de Relaciones Exteriores de la nación neogranadina, Álvaro Leyva, quien pidió a Israel respeto al presidente Petro y a las leyes internacionales.
“Nadie sensato puede aplaudir la política de tierra arrasada no importa de donde provenga. Viola la dignidad de la persona humana. Mata inocentes. La Doctrina de la Paz Total de Gustavo Petro se finca en el deber ser de la justicia universal: La paz total como Derecho Síntesis”, escribió el diplomático, quien aclaró que no ha expulsado al representante israelí de Colombia.
Desde el 7 de octubre pasado, Israel ha acelerado su genocidio en contra de Palestina, especialmente contra aquellos que viven en la Franja de Gaza, luego de una respuesta con cohetes artesanales disparados desde ese lugar que es gobernado por Hamas desde el 2007, cuando ganaron las elecciones un año antes.
El ilegal avance de los sionistas a lo largo del tiempo generó una separación de 60 kilómetros entre la franja y Cisjordania la otra parte que constituye Palestina. Así, Gaza quedó bordeada por los sionistas, el mar Mediterráneo (controlado por los israelíes) y Egipto (gobiernos que le sirven a Israel). De esta forma se les facilita a Tel Aviv aplicar bloqueos de ingreso de insumos básicos a Gaza y, con la instalación de muros fortificados, la prohibición de salida de palestinos de la zona.
Con este férreo control por parte de los israelíes, Gaza es considerada – tanto por Petro como casi todos los líderes dignos del mundo, pueblos soberanos, movimientos sociales y activistas- como un campo de concentración tan igual, y hasta peor, que los del Tercer Reich alemán.
El último reporte emitido por el Ministerio de Sanidad palestino en la Franja de Gaza refleja a 2.778 personas asesinadas, según confirman los saturados hospitales de la región. Las autoridades alertan que podría haber otros 1.200 cuerpos bajo los escombros.
“Las autoridades han contabilizado alrededor de 1.200 denuncias de personas desaparecidas bajo los escombros de casa, incluidos 500 niños desaparecidos”, ha relatado el portavoz del Ministerio de Sanidad gazatí, el doctor Ashraf al Qudra, citado por varios medios.
Foto: Presidencia de Colombia
