Neocolonialismo, invasiones y saqueos caracterizan el reinado de Isabel II

No hay sistema más antidemocrático y enemigo de los pueblos que el monárquico. Las coronas han sido por siglos las responsables de saqueos, genocidios y violación de Derechos Humanos. En estos prontuarios no escapa la realeza británica.

El Reino Unido, que comprende Inglaterra, Gales, Irlanda del Norte y Escocia, constituye uno de los imperios más sanguinarios. Con el pasar del tiempo, y con algunas “modernizaciones”, cambios jurídicos y fuerte propaganda mediática, este imperio ha sobrevivido ante una creciente desigualdad en la sociedad inglesa.

Justo después de la muerte de Isabel II, quien falleció este 8 de septiembre, las grandes corporaciones mediáticas se han dedicado a presentar a la monarca y a su familia como una realeza estatista ejemplar, cuando en realidad está lejos de ello.

La reina llegó al poder en 1952, tras la muerte de su padre, el rey Jorge VI. Este último no estaba en la línea de sucesión al trono, pero todo cambió cuando su hermano mayor, el rey Eduardo VIII abdicó para contraer matrimonio con Wallis Simpson, una mujer divorciada, estatus mal visto por la Corona.

Durante la II Guerra Mundial, este tío de Isabel II fue muy allegado a la Alemania Nazi. Eduardo VIII y su pareja tuvieron fuertes lazos con el régimen del fuhrer y con el alto gobierno fascista italiano. De hecho, investigaciones arrojan que gracias al duque de Windsor (título que se le otorgó por el rey Jorge VI) Reino Unido y Alemania firmarían la paz a cambio de regresar al trono al exmonarca como recompensa.

En 1937, Eduardo VIII viajó a Munich, en donde fue recibido por el dictador nazi.

Este no fue el único vínculo nazi de la familia real. En 2015, el tabloide The Sun publicó una imagen en primera plana de la misma Isabel II – entonces de 7 años- aprendiendo a hacer el saludo nazi. La toma es un fotograma de un video de 17 segundos de duración que fue hecho en 1933 en castillo de Balmoral en Escocia.

En la cinta aparece la futura reina, junto a su madre, Isabel; su hermana, la princesa Margarita, y su tío, el príncipe Eduardo.

Para aquella época, la Corona se defendió y dijo que las imágenes estaban “fuera de contexto”. Sin embargo, el gerente del medio británico dijo que la labor de los periodistas es sacar a la luz eventos del pasado, citan periódicos internacionales.

Otro acercamiento con los nazis lo protagonizaron las cuatro hermanas del príncipe de Edimburgo, esposo de Isabel II, quienes se relacionaron con altos dirigentes allegados a Hitler.

Medios británicos difundieron un documental en donde se veía al propio Duque durante el funeral de su hermana Cecile en Alemania en 1937 junto a altos mandos militares nazi.

Las hermanas Margarita y Sophie estuvieron casadas con altos oficiales nazis. La simpatía de esta última fue tal que compartió una cena con Hitler en 1935 en la boda de Hermann Göring, el comandante de la Luftwaffe.

Según medios internacionales, Sophie llegó a decir que Hitler era “un hombre encantador y modesto” y alabó sus planes para Alemania tras su llegada al poder.

Ese fantasma nazi regresó, muchos años después, a la familia real británica. En 2005 y con 20 años, el hoy duque de Sussex, el príncipe Harry, lució un disfraz del Tercer Reich con un brazalete que dibuja una esvástica para una fiesta de disfraces.

Pedofilia real

Durante el mandato de Isabel II la corona vivió varios escándalos, pero uno de los más significativos y de los que la reina prefirió no referirse fueron los fuertes vínculos de su hijo Andrés con redes de pedofilia de su allegado amigo Jeffrey Epstein.

Virginia Giuffre lleva una década demando a Andrés, a quien señala de haberla violado cuando ella solo tenia 17 años.

Este escándalo desencadenó la peor crisis de la imagen de la familia real comandada por Isabel II. Tanto fue, que la monarca decidió apartar a su hijo de sus representaciones diplomática, lo despojó de sus títulos militares y patronatos reales. Sin embargo, la prensa de ese país asomó que las partes llegaron a un acuerdo extrajudicial en la que se le pagaría 14 millones de euros a la víctima, y agregaron que parte de ese dinero lo daría la reina de su “propio patrimonio”.

Herencia colonial

Isabel II ascendió al trono el 2 de junio de 1952. Desde el 2016 se convirtió en la monarca más longeva de ese país, tras superar a su tatarabuela, la reina Victoria de Inglaterra (1837-1901).

La titular de Gran Bretaña e Irlanda del Norte heredó para aquel entonces los restos de un imperio colonial que todavía al día de hoy mantiene bajo su hegemonía más de 50 naciones, formalmente independientes pero que forman parte de la Mancomunidad de Naciones, una figura neocolonial.

Fue bajo su mandato, que se extendió durante buena parte de la Guerra Fría, que la Corona mantuvo relaciones diplomáticas estratégicas con la región para acercarla a Occidente y alejarla de la influencia de la Unión Soviética.

Saqueo prolongado

Ha sido África el territorio que históricamente ha dado infinitos minerales y recursos energéticos a Europa, principalmente al Reino Unido. Aunque Isabel II, como cabeza de la jefatura de estado británico, trató de mostrar una mejor cara a esta región, los saqueos continuaron y bastante acentuados. Las prácticas extractivistas se sustentan en el Estado británico, instituciones, corporaciones y gobiernos locales, que se corrompen y se supeditan a intereses foráneos.

Un informe de la organización británica War on Want revela que 101 compañías del Reino Unido controlan ahora los principales recursos minerales de 37 países de África subsahariana, en particular oro, platino, diamantes, cobre, petróleo, gas y carbón. Todas estas corporaciones manejan 1 billón de dólares en ganancias, mientras en esta región africana crece la desigualdad y la pobreza.

El estudio – reseñado por un medio español – señala que todos los años Reino Unido otorga, en promedio, 134 millones de dólares como supuesta ayuda a los países africanos, en forma de préstamos. Sin embargo, ese país ha colaborado en la extracción de 192 millones de dólares anuales también en materia prima, todo bajo la mirada de la Corona.

Arrebato de territorios

Además de la anuencia del saqueo de recursos, Isabel II también dio luz verde a invasiones a lo largo de su gobierno, tales como Irak, Afganistán y Corea. En esta lista se suma la invasión a las Malvinas, lo que dejó cientos de soldados argentinos muertos, y desde entonces intenta arrebatar este territorio al país sureño, lucha que aun se mantiene.

De igual forma, Reino Unido ha alentado al gobierno de Guyana a despojar a Venezuela del Esequibo. Un artículo publicado por la periodista Molly Antigone Hall en Declassified UK, revela que ese país ha intentado “destituir al presidente de Venezuela Nicolás Maduro debido a los intereses petroleros de las empresas británicas en la Guayana Esequiba”.

Asimismo, Buckingham ha respaldado y reconocido al exdiputado derechista Juan Guaidó, quien, bajo una autojuramentación fraudulenta ha intentado sin éxito instaurar un gobierno paralelo para socavar al Gobierno Bolivariano. Este estatus ha sido la principal excusa para que este país europeo mantenga secuestradas 31 toneladas de oro en el Banco de Inglaterra.

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