Medios colombianos insisten en el golpe blando contra Petro

En su estrategia de golpe blando contra el presidente Gustavo Petro, la derecha colombiana intenta vincular al mandatario con corrupción y lo señala, sin fundamentos, de estar mentalmente incapaz de ejercer la presidencia. Ahora, la corporación mediática Caracol TV (CTV), uno de los brazos de la oligarquía, busca forjar lazos entre el jefe de Estado con el narcotráfico.

La falsa matriz de la mencionada empresa pretende vincular la campaña presidencial del Pacto Histórico con el narcotráfico, al señalar a una mujer inocente de entregar 800.000 pesos (194,7 dólares) a la coordinadora de la coalición en el departamento de Casanare, al este de Colombia.

Actualidad RT explica que CTV publicó un “trabajo periodístico” que señala a Sandra Navarro, esposa de Juan Carlos López, un capo de la droga conocido bajo el alias de “Sobrino”, en la recolección de fondos para la lista de la coalición de Petro en las elecciones pasadas.

El Presidente recordó en la red X que Navarro “fue precluida por la justicia en la misma investigación de donde sacaron los audios de las grabaciones” y calificó de grave agravio contra ella las publicaciones en las que se hace caso omiso del dictamen judicial, especifica el medio ruso.

Sin embargo, el “reportaje” enfatiza que Navarro fue “una de las caras más visibles y comprometidas con la campaña presidencial de Gustavo Petro en Casanare”, y recalca su vínculo con “Sobrino”, quien fue condenado el pasado año a 15 años de cárcel por cargos de narcotráfico.

Los soportes que alega CTV de los supuestos vínculos de Navarro y su esposo con la financiación ilícita serían “innumerables interceptaciones telefónicas hechas por la DEA (Administración de Control de Drogas del Gobierno estadounidense), la Policía [Nacional] y la Fiscalía”, entre marzo y mayo de 2022.

Aunque la corporación mediática asegura que Sonia Bernal, para entonces jefa de campaña en Casanare y candidata al Senado por la coalición del Pacto Histórico, pidió dinero para la campaña nacional, “la presunta interceptación donde se alude a los 800.000 pesos, en realidad se refiere a un pago de pauta para Bernal en un medio local”, señala RT.

El medio colombiano también insiste en poner como asunto de interés público una conversación privada entre “Sobrino” y su esposa, y aspectos de logística prestada por Navarro a la actual vicepresidenta Francia Márquez durante la campaña.

Además, CTV dice, sin pruebas, que Navarro habría ofrecido vehículos a otros miembros del equipo de Petro, y señala que también se dispuso de comida.

En su defensa, Bernal, actual subdirectora de Gobierno del Ministerio del Interior, alegó en sus redes que su contacto con Navarro fue muy breve y no reiterado como lo intenta hacer ver CTV. De igual forma insistió que todos los fondos y apoyos son de fuentes lícitas.

“Desmiento la calumnia por la que pretenden acabar líderes locales que creemos en la necesidad del Cambio. No más ataques infames, si persisten en ellos saldré siempre con entereza y pruebas, a defender la verdad, ¡no más montajes!”, escribió la política en X.

“Nunca entró esa suma de dinero a la que me referí, que eran esos 800.000 pesos, lo que costaría el pago de un programa radial” en el departamento de Casanare, expresa. “Y si hubiese sido así, esta señora era conocida en ese momento como una trabajadora del sector agropecuario (…). Es una señora que hoy no tiene ningún tipo de recriminación judicial con imputación o sentencia alguna”, recalcó.

Aunque el “reportaje” está plagado de debilidades la Policía Nacional de Colombia, así como la Procuraduría y la Comisión de Acusación de la Cámara de Representantes del Congreso, están investigando el origen de los fondos de campaña del Pacto Histórico en Casanare.

No es la primera vez que CTV emite “trabajos periodísticos” en contra de Petro. Con anterioridad publicaron un reportaje titulado “El Capo y la Campaña”, con el que la corporación insistió en vincular al mandatario con el narcotráfico.

Dictadura de inversionistas

Además de la Paz Total para Colombia, país que padece el conflicto interno armado más longevo del continente, Petro ha propuesto reformas en materia social para proteger a todo el pueblo colombiano. Ante esto, la ultraderecha, que maneja las corporaciones mediáticas, enfilaron sus tácticas golpistas, por lo que el mandatario está en el centro de ataques de la oligarquía vinculada al expresidente Álvaro Uribe, comprobado narcotraficante y terrorista.

Uno de estos medios es CTV perteneciente al grupo Valorem, S.A., un holding que maneja más de 100 empresas, perteneciente a la familia Santo Domingo, una de las más ricas de Colombia, al manejar una fortuna calculada en 10 mil millones de dólares según Bloomberg.

Este tipo de grupos de inversión son los que dominan los medios en Colombia (RCN, El Tiempo, Semana, Caracol Radio), que en su conjunto constituyen una dictadura mediática a favor de un status quo que ha sido sacudido por Petro recientemente.

“Quien domina la economía invierte en los medios masivos de información”, dice el sociólogo colombiano, Johan Mendoza Torres en una columna publicada en Contagioradio.com

El doctor en ciencias sociales alega que “una razón económica dominante se constituye en una razón política dominante cuando se invierte mucho dinero en medios masivos de información ¡es igual que en las campañas!. Entonces se invierte no solo en uno sino en varios, ya que dueños, directores e inversionistas se tejen sociológicamente como un grupo de poder, generando múltiples expresiones de su libertad que se manifiestan en varios periódicos, varios canales, varios sitios web, incluso varios pasquines que se regalan en las calles… aparentemente muchos, pero esencialmente todos protegiendo un solo interés particular (el dominio en lo económico)”.

El también docente agrega que con este tejido, “aparentemente hay mucha libertad de expresión en los medios masivos de información, pero toda se halla anclada a la razón económica dominante. ¿Cuál es el resultado de esto? Una posición editorial que no cambia, que se vuelve dictatorial, no porque exista un único medio de información, sino en tanto grandes medios masivos, así sean varios, todos responden al interés particular de un grupo de poder. Allí está la dictadura”.

Y es bajo esta dictadura que los medios promueven discursos de odio que buscan deshumanizar a sectores sociales vulnerables protegidos por Petro, como los indígenas, afrodescendientes, adultos mayores, estudiantes y clases sociales trabajadoras, entre otros.

El caso más reciente fue cuando el periodista Gustavo Gómez Córdoba (de Caracol Radio) calificó en varias oportunidades de “borregos” a indígenas que marchaban a favor de Petro. En dicho espacio digital el “comunicador” llegó subestimar a dicho sector, al acusarlo de recibir dinero a cambio de manifestar a favor del Pacto Histórico.

Ante esto, Petro respondió: “Los indígenas no son borregos. Llevan medio milenio resistiendo por su cultura y su autonomía. Creo que en Colombia son otros los que han demostrado ser borregos”.

Otro de los medios que se ha dedicado a promover una campaña neofascista en contra del pueblo colombiano ha sido la revista Semana, y su directora Vicky Dávila. Desde esta tribuna neoconservadora, Dávila ha forzado matrices falsas para socavar al gobierno de Petro.

El esposo de la comunicadora es el médico y contratista José Amiro Gnecco Martínez, perteneciente al Clan Gnecco una agrupación familiar vinculada históricamente al paramilitarismo y a actividades ilegales, según reseñan varias investigaciones.

La campaña sistemática de Semana produjo recientemente que un grupo de integrantes de la minga indígena – que marchaban en Bogotá para apoyar al Pacto Histórico- se dirigiera a la sede del medio a exigir el fin de los ataques mediáticos en contra del gobierno del Pacto Histórico. Dávila, como es costumbre se escudó en la “libertad de prensa”, y culpó a Petro de esta reacción.

Édgar Velasco, secretario general del Movimiento de las Autoridades Indígenas del Suroccidente colombiano (AISO) expresó, citado por varios medios: “Hay un monopolio de medios que ha construido una verdad oficial que solamente les sirve a los más poderosos (…) Pero desde este lugar queremos decir: Nunca más medios que le sirvan solamente a los poderosos sino medios que contribuyan al esclarecimiento histórico de este conflicto armado tan largo”.

Otros líderes vociferaban consignas a favor de una verdadera libertad de expresión y no una falsa a favor de las corporaciones. “No estamos de acuerdo con estos medios de comunicación perversos, tendenciosos, asesinos y, además de asesinos, mentirosos”, señaló otro de los manifestantes en un video difundido en redes digitales.

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