Gobiernos concentran esfuerzos en reactivar a la UNASUR como eje integrador

El pasado 8 de abril, los gobiernos de Argentina, liderado por Alberto Fernández, y de Brasil, al mando de Luiz Inácio Lula Da Silva, decidieron retornar sus países a la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR), organismo integrador más importante de la región después de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC).

El regreso de Argentina lo anunció el canciller de ese país, Santiago Cafiero, quien señaló que la intención es revitalizar al organismo y “construir una región cada vez más integrada”.

Asimismo, el gobierno argentino valora los mecanismos de unión y fraternidad más “en tiempos en los que el planeta muestra signos graves de fragmentación e inestabilidad”.

El gobierno de Brasil, por su parte, anunció su reincorporación mediante un decreto presidencial que detalla que la misma entró en efecto el 6 de mayo pasado. Sin embargo, aclara Telesur, el retorno oficial se hará efectivo durante una cumbre presidencial que se realizará a finales de este mes; y en la que se buscará relanzar a la UNASUR.

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En 2007, varios gobiernos del continente – de mayoría de izquierda y progresistas- idearon la constitución de la UNASUR, con el fin de afianzar los lazos en varias áreas como la energética, educativa, cultural, defensa y económica.

Sin embargo, el anuncio oficial fue durante la I Cumbre Energética Suramericana, realizada en la isla Margarita, Venezuela. Allí, el entonces presidente venezolano, y líder de la Revolución Bolivariana, Hugo Chávez, especificó que la puesta en marcha del bloque serviría como punto de reencuentro de los suramericanos, bajo un esquema de complementariedad y respeto.

UNASUR “recoge un concepto, una identidad, es un nombre identificatorio sin duda alguna. Pidamos votos a Dios y hagamos lo que tenemos que hacer e incorporemos las corrientes sociales, la conciencia de nuestros pueblos en este esfuerzo, que estoy seguro, tendrá grandes resultado en los próximos años, precisamente para el beneficio de esos nuestros pueblos”, expresó Chávez, en aquella oportunidad.

Así, el 23 de mayo del 2008 se firma el tratado constitutivo de la UNASUR, que entró en vigencia en 2011, luego de que Uruguay hiciera entrega del documento de ratificación al gobierno de Ecuador, en donde se ubica la sede. La instancia quedó conformada por 12 países: Argentina, Brasil, Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador, Guyana, Paraguay, Perú, Surinam, Uruguay y Venezuela.

No obstante, con la avanzada de la derecha en la región – apoyada de Estados Unidos-, varios gobiernos asestaron un duro golpe a la UNASUR con sus retiradas. A partir del 2018, los entonces presidentes Michel Temer, de Brasil; Mauricio Macri, de Argentina; Lenín Moreno de Ecuador; Iván Duque, de Colombia, Sebastián Piñera, de Chile; Martin Vizcarra, de Perú; y el actual mandatario paraguayo, Mario Abdo Benítez; anunciaron sus salidas de la instancia, alegando “ideologización”. De igual forma lo hizo en 2020 el gobierno uruguayo del derechista Luis Lacalle Pou.

Más que un mecanismo de integración, la UNASUR es un muro de contención de los planes imperiales de Washington. Fue gracias a esta estructura que se pudo frenar, en 2010, el golpe de Estado que pretendía la derecha asestar contra el entonces presidente ecuatoriano, Rafael Correa; y se socavaron los planes violentos de la derecha venezolana, tras darse a conocer los resultados electorales del 2013, cuando resultó ganador el hoy presidente Nicolás Maduro.

Asimismo, la UNASUR expresó su contundente rechazo al intento magnicida y secuestro en el 2013 al ahora exmandatario boliviano Evo Morales, a quien los gobiernos de Italia, Francia y Portugal – en subordinación a la Casa Blanca – le cerraron el espacio aéreo durante un vuelo presidencial.

Debido a su potencialidad y alcance, siete expresidentes y 11 excancilleres enviaron, a fines del año pasado, una misiva a 12 entonces mandatarios de las naciones de Suramérica, en la que instan a relanzar la UNASUR.

“La integración es hoy más necesaria que nunca. Un esfuerzo significativo en esa dirección permitiría alimentar un círculo virtuoso que fortalecería las instancias multilaterales y aportaría a un bien superior hoy día en peligro: La Paz. A diferencia de otras regiones, América Latina y el Caribe hace mucho tiempo que erradicó las guerras entre países y puede presentarse al mundo como Zona de Paz”, dice el texto.

Foto principal: flickr.com/photos/leitearaujo

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