Embajadores de Venezuela y Colombia entregarán credenciales para reestablecer relaciones

Venezuela y Colombia están cada vez más cerca de reestablecer sus relaciones diplomáticas, interrumpidas en 2019 por el accionar injerencista del expresidente Iván Duque, quien obedecía órdenes de Estados Unidos.

Es así como el embajador designado por Caracas, Félix Plasencia, llegó a Bogotá para entregar sus cartas credenciales al mandatario del vecino país, Gustavo Petro. De igual forma, el representante diplomático colombiano, Armando Benedetti, arribó a Caracas para entregar sus credenciales al presidente Nicolás Maduro.

“Los espacios de Venezuela en esta jurisdicción van a ser rescatados y de allí vamos a trabajar para atender todo lo que sea necesario atender, las relaciones entre nuestros países y los intereses de los venezolanos y de los colombianos que tienen muchos y buenos intereses en Venezuela, los queremos más activos y más presentes”, dijo.

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Desde la llegada de la Revolución Bolivariana, la oligarquía colombiana se ha encargado de ser la ejecutora de los planes intervencionistas de EEUU en contra de Venezuela. Desde territorio neogranadino se han entrenado a paramilitares y se han orquestado planes de invasión contra la Patria de Bolívar.

El último fue en 2019, cuando el autojuramentado Juan Guaidó, en complicidad con Duque y demás mandatarios derechista de la región, intentó abrir la puerta a una invasión con el pretexto de introducir desde Colombia supuesta «ayuda humanitaria a Venezuela» a través del a frontera común. Por la seguridad e integridad del país, el presidente Maduro decidió romper relaciones con Bogotá.

“Una línea imaginaria no nos puede separar y muchísimo menos una política pública de Estado como sucedió con el (ex) presidente Duque. Vamos a restablecer las relaciones con Venezuela, vamos a ir allá también a restablecer el comercio que se dice que más de 8 millones de colombianos viven de ello. Vamos a buscar una zona económica en excepciones de impuesto y con una legislación que permita que el gobierno colombiano pueda invertir en obras que impacten en el desarrollo de la región”, dijo Benedetti a su salida de Colombia.

Desde el triunfo de Petro en junio pasado, ambos gobiernos están dando claros pasos para la formalización de restablecimiento de relaciones.

Los cancilleres de ambos países sostuvieron, previamente, una reunión en Táchira, estado fronterizo, con el fin de ir afinando los planes.

Asimismo, el gobierno de Petro ha hecho las gestiones necesarias para devolver al Estado venezolano el control de Monómeros, filial de la estatal Petróleos de Venezuela (Pdvsa), que funciona en Colombia y que fue secuestrada por Guaidó.

El pasado 23 de agosto, Maduro propuso a Petro crear una Zona Económica Especial en la frontera, para beneficiar a ambos pueblos y atraer a la inversión extranjera.

“Vamos a proponerle al presidente, Gustavo Petro, la construcción de una gran zona económica, comercial y productiva entre el Norte de Santander y el estado Táchira, completa. Una zona binacional de desarrollo económico, comercial y productivo. ¡Ha llegado la hora de que lo construyamos!”, expresó el mandatario venezolano en aquella oportunidad.

La zona común entre Venezuela y Colombia es la más dinámica de Suramérica. Durante décadas, el intercambio comercial se fortaleció y alcanzó su máximo entre los años 2000 y 2009, según reportan medios internacionales.

El comercio binacional promedió los 1.793 millones de dólares entre esos años, “con un crecimiento exponencial que se elevó de 1.422 en 2006 hasta los 4.054 millones de dólares en 2007, sin mencionar los 5.117 millones alcanzados en 2008”.

Las cifras comenzaron a caer en 2010 tras la influencia de EEUU sobre el expresidente Álvaro Uribe – acusado de paramilitar y narcotraficante-, quien puso en riesgo la seguridad de la región.

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