Desde que Venezuela fue declarada en 2015 una “amenaza inusual y extraordinaria” por el entonces presidente de Estados Unidos (EEUU) Barack Obama, el imperialismo activó un conjunto de Medidas Coercitivas Unilaterales (MCU) contra nuestro país, así como un esquema de saqueo de activos nacionales en el extranjeros.
Entre los bienes venezolanos robados a Venezuela se encuentra Monómeros, una filial de la estatal Petróleos de Venezuela (Pdvsa) que produce fertilizantes, entre ellos urea. La empresa funciona en Barranquilla, Colombia, y fue despojada al Estado venezolano en 2019 por el autojuramentado “presidente interino” Juan Guaidó y el expresidente Iván Duque.
Con la llegada de Gustavo Petro al poder se ha canalizado las relaciones entre Colombia y Venezuela, y parte de este proceso han sido los pasos para la devolución de Monómeros al Estado venezolano.
Es por ello que el embajador designado de Colombia en Venezuela, Armando Benedetti, dijo que se está haciendo las gestiones para retornar Monómeros a Venezuela.
“Sobre el tema de Monómeros: la Superintendencia [de Sociedades], en compañía de nuestro superintendente, Billy Escobar, hemos logrado levantar la intervención”, afirmó Benedetti, citado por los medios. “También hemos trabajado en buscar el buen suceso de las cosas, pues hay que hacer el cambio de junta con base en que el Gobierno Nacional ya reconoció al venezolano. Él está al frente en la tarea de devolver Monómeros a quien realmente pertenece”, explicó.
Este jueves, Benedetti dijo que ha sostenido reuniones con representantes de la Oficina de Control de Bienes Extranjeros estadounidenses (OFAC, por sus siglas en inglés), en la que le ha solicitado no incluir a Monómeros en la Lista Clinton, es decir, en el reglón de supuestas empresas con activos ilícitos.
“Yo les decía ayer que mucho ojo con la decisión que se fuera a tomar con Monómeros, porque si bien es una empresa venezolana el afectado sería Colombia”, dijo.
La filial de Pdvsa funciona con una licencia de la OFAC, que la exime del bloqueo que esa misma instancia ha impuesto tanto a esa corporación como a Citgo, refinería venezolana en EEUU que ha sido robada por el imperialismo.
Luego de dos años de apropiación ilegal, en 2021, la Superintendencia de Sociedades llegó a intervenir a Monómeros, debido al mal manejo de sus recursos parte del personal designado por Guaidó, gestión marcada por corrupción que ha llevado a pugnas internas y señalamientos dentro de la derecha.
Entre las acusaciones del “interinato” – liderado por los partidos derechistas Primero Justicia, Voluntad Popular, Acción Democrática y Un Nuevo Tiempo- acusan de mala gestión al actual “presidente” de la empresa, el venezolano Guillermo Rodríguez Laprea, así como también a Diana Bracho, nombrada por Guaidó como titular de otra junta paralela en Pequiven.
Monómeros era la principal empresa de fertilizantes en Colombia. En 2018, la producción de la firma marcó más de 800.000 toneladas y estaba a 92 % de su capacidad total operativa, mientras que durante el año 2019, una vez tomada por Guaidó, la cifra bajó a 22 %, es decir, apenas 176.000 toneladas, cita RT.
Sin embargo, informa medios internacionales, Monómeros sigue vendiendo el 37 % de todos los fertilizantes en Colombia, insumos necesarios para consolidar la soberanía alimentaria en el vecino país, uno de los objetivos del gobierno de Petro.
Para retomar el control de la empresa, Caracas introdujo ante la Cámara de Comercio de Barranquilla en Colombia una lista con los nombres de la nueva directiva, aceptación que aun se mantiene en suspenso debido a una puja legal por las trabas generadas por el “interinato” de Guaidó.
Acuerdos para la frontera
Durante el evento “Acuerdo Fronteras”, realizado en la ciudad fronteriza de Cúcuta y en donde se dieron las declaraciones de Benedetti, las autoridades de Colombia presentaron propuestas para normalizar las relaciones con su país vecino, interrumpidas por las constantes conspiraciones del expresidente Duque contra el Gobierno Bolivariano.
En la reunión abordaron el retorno de la movilidad fronteriza, el comercio binacional y Exenciones de impuestos para ciertas actividades y ciertos territorios.
El primer paso para retornar las relaciones entre Venezuela y Colombia fue la designación de embajadores. Por Colombia, Petro designo a Armando Benedetti y por Venezuela, Maduro nombró a su excanciller Félix Plasencia, quien ya recibió el beneplácito de Bogotá.
El canciller venezolano, Carlos Faría, calificó la decisión del gobierno colombiano como un “momento histórico que marca una nueva etapa en las relaciones diplomáticas en favor de la paz, unión y progreso”.
El 29 de julio, el canciller Faría y su par colombiano Álvaro Leyvan Durán, lideraron en el estado Táchira, cerca de Colombia, una reunión en la que se abordaron 14 temas comunes con el fin de regularizar las relaciones entre ambas naciones hermanas.
“Fue una reunión virtuosa y de unión en el espíritu de (Simón) Bolívar”, expresó Maduro en aquella oportunidad.
