Chávez, el líder que despertó la conciencia de los pueblos

En octubre del 2009, recordaba el comandante Hugo Chávez que su sueño era ser un gran beisbolista y conducir a su equipo a grandes victorias.

“Pero como uno no decide su vida, yo soñando ser beisbolista me fui al Ejército, me hice soldado, luego Venezuela estalló en pedazos, y el huracán me trajo a Presidente de Venezuela. Pero en el fondo yo sigo siendo el adolescente jugador de béisbol”, reflexionó en una entrevista en aquella oportunidad.

Y es que los estragos que ocasionaba el neoliberalismo de la era puntofijista en Venezuela condujeron a Chávez por otros caminos. Lo llevaron a liderar la Revolución Bolivariana, proyecto que asumió con mucha pasión por el pueblo venezolano, a quien defendió fervientemente ante las embestidas del enemigo número uno: el imperialismo norteamericano.

“Yo estoy sumido en un huracán, o en un río invisible. En este aire del Llano, en esta brisa que mueve las matas, en este calor de esta sabana, percibo esa historia, la palpo, la siento. Porque en esa historia nací”, decía en Barinas, en donde nació el 28 de julio de 1954.

Foto: Minci

La infancia y adolescencia de Chávez estuvo marcada por las enseñanzas de su abuela Rosa Inés, los libros, el deporte, y el pensamiento del Libertador Simón Bolívar y el general del pueblo Ezequiel Zamora.

“Yo fui entrándole a la historia por distintas vías, llevado por una corriente de ese río invisible que cruza sabanas, árboles, pueblos, que es invisible pero tiene una tremenda fuerza: la historia viva. Fui como acercándome, por distintas vías, a ese río que es la historia, y después me tiré al río, me absorbió el río, y ese río me llevó hasta aquí”, dijo al periodista español Ignacio Ramonet, según reseña su libro Mi Primera Vida.

Fue bajo estas influencias que, años después, Chávez entró en la Academia Militar y desde allí, alimentándose de grandes pensadores, consolidó su formación autodidacta como soldado patriota, y como bolivariano, nunca dudó en proteger al pueblo.

“Ahí se produjo la metamorfosis. Hugo Chávez, «Tribilín», un muchacho simple, provinciano, de 17 años recién cumplidos ingresa a la Academia Militar sin casi ninguna motivación política. Entra para ser pelotero, lanzador, para formarse a la guerra del béisbol, y cuatro años después, en 1975, cosa sumamente extraña, sale siendo un subteniente revolucionario”, llegó a evocar. “Seguramente eso venía gestando, germinando, incubando, pero allí se produjo una explosión. Un estallido”, agregó.

Foto: Francisco «Frasso» Solórzano

Pero el panorama desolador en Venezuela, generaron indignación en aquel comandante renovado. Las políticas neoliberales, apoyadas por Estados Unidos, multiplicó la miseria: Para finales de 1990, la pobreza en Venezuela alcanzó el 66 % y la pobreza extrema 32 %. Sin embargo, no todos vivían precariamente, ya que las riquezas se fueron acumulando en pocas familias.

El punto crítico llegó el 27 de febrero de 1989, con el Caracazo. Esta brutal represión dejó una gran huella en el pueblo de Venezuela y en Chávez. “El régimen se aprovechó del Caracazo para aterrorizar a los pobres y hacer un escarmiento. Para que no volvieran a amotinarse. Ese día, se cometió la mayor masacre de la historia de Venezuela del siglo XX. Ese día, la «democracia» venezolana perdió la máscara”, refirió.

“Con esa insurrección de las víctimas seculares de la desigualdad y de la exclusión – recordaba junto a Ramonet- con esa heroica sangre popular comenzaba una nueva historia en Venezuela. Porque, apenas diez años después, vendría nuestro gobierno bolivariano a proponer fórmulas alternativas. Venezuela se alzó a contracorriente de la ola neoliberal, y nosotros, en el Ejército, entendimos que ya no podíamos dar marcha atrás”.

Foto: Minci

En 1998, Chávez gana la presidencia y se decide a transformar a la República desde las bases. A partir de entonces, centra el pueblo como protagonista de toda su política, redirecciona la inversión social y empodera a los venezolanos, que pasaron a ser blanco de los ataques imperiales.

Desde entonces, los logros sociales se cuentan por montón.

En el primer semestre de 1997, el 55,6% de los venezolanos era pobre y 25,5% vivía en situación de pobreza extrema. Esas cifras contrastan con las del segundo semestre de 2011: 26,5% de la población vivía en la pobreza y el porcentaje de pobreza extrema se redujo a 7 %.

De igual forma, en 2005 el país fue decretado Libre de Analfabetismo. La educación universitaria dejó de ser un privilegio de pocos para ser un derecho de todos los venezolanos. Hasta el momento han sido creadas alrededor de 45 universidades. Igual pasó con la salud, al municipalizar, gracias al apoyo de Cuba, la atención médica a todo nivel.

Foto: Minci

Estas políticas sociales, sostenidas hoy por el presidente Nicolás Maduro, se convirtieron en derechos irrenunciables y no en “beneficios” o “gastos sociales”.

Hoy, cuando Venezuela atraviesa su peor ataque en la historia reciente (930 Medidas Coercitivas Unilaterales) el pueblo levanta las banderas de defensa y autodeterminación enarboladas por el comandante Chávez.

«El poder de la conciencia de un pueblo, la conciencia de un colectivo, es el más poderoso instrumento unitario indestructible», llegó a decir el líder revolucionario en 2012.

Foto: Prensa Presidencial
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