El Gobierno Bolivariano de Venezuela condena categóricamente una resolución que renueva por dos años la llamada “Misión de Determinación de los Hechos”, en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, instancia que ha sido promovida por Estados Unidos (EEUU), a través de un pequeño grupos de gobiernos dóciles a Washington.
“Esta Resolución es el resultado del vergonzoso doble rasero, la selectividad y el uso politizado de los mecanismos del Consejo de Derechos Humanos por parte de un grupo minoritario de Estados, que siguen obedientemente los dictados del Gobierno de los Estados Unidos de América, en su obsesivo interés de atacar la institucionalidad democrática venezolana”, indica un comunicado emitido por el Ministerio de Relaciones Exteriores.
Asimismo, Caracas advierte que lo aprobado busca “alentar y justificar a los sectores más extremistas de la oposición nacional e internacional del país”, quienes, amparados por EEUU, han promovido acciones violentas de calle, invasiones y desestabilización económica que sí vulneran el acceso a los derechos humanos.
La autodenominada “misión independiente” ha emitido cuatro informes, usando mecanismos no fiables de recopilación de datos, que atacan la institucionalidad del país y tratan de hacer ver que el Estado venezolano ha cometido “crímenes de lesa humanidad”.
La instancia fue creada en 2019 pero se renovó su mandato hasta el 30 de septiembre de este año. Sin embargo, recientemente el subsecretario de Asuntos del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado estadounidense, Brian Nichols, “instó” a que se renovara la misión, lo cual ocurrió este 7 de octubre en Ginebra.
Ante ello, Venezuela aclaró que “no reconoce ni reconocerá ningún mecanismo de tutelaje creado al margen de los principios propios del derecho internacional, que pretenda vulnerar la independencia, soberanía y autodeterminación del pueblo venezolano”, a la vez que aseveró que “continuará cooperando con el Consejo de Derechos Humanos, sobre la base del estricto apego a los principios de objetividad, no selectividad, no politización, imparcialidad y diálogo constructivo”.
“La misión carece de toda credibilidad. Está diseñada para el intervencionismo y para la falsificación de la realidad”, denunció por su parte el canciller venezolano, Carlos Faría en su cuenta en Twitter.
La resolución que oxigena a la referida misión fue aprobada bajo la mirada de un “manoseado expediente de los derechos humanos”, advirtió el diplomático, al hacer referencia al informe final de los supuestos “expertos independientes” que recabaron datos sin estar en el lugar, ni presentar nombres de presuntas “víctimas”.
“Es una vieja costumbre de las potencias imperialistas como los EEUU y la UE, presionar al resto del mundo con infames posturas colonialistas”, añadió en otro mensaje.
Explicó, además, que el imperialismo ataca al país Bolivariano por su desarrollo social alcanzado sin titulaje alguno de la Casa Blanca y de Bruselas. “Avances gravemente afectados por el bloqueo criminal de estas potencias”, alertó.
“Tampoco nos perdonan haber derrotado la brutal política de ‘cambio de régimen’. No hay chantaje que detenga a nuestro pueblo en su determinación de ser soberano”, aseveró Faría.
Foto: ACNUDH
