El pueblo peruano ha sido víctima de fuerte represión y violencia desmedida este fin de semana, en el que se registraron intensas jornadas de protestas en varias ciudades en contra de la dictadura de Dina Boluarte, mandataria de facto de este país que asumió tras el golpe de Estado asestado por el Congreso contra el presidente constitucional Pedro Castillo.
Desde el pasado 7 de diciembre, cuando el Congreso “destituyó” a Castillo, luego de que este disolviera al Legislativo por las constantes pretensiones golpistas, los lugareños de los departamentos del norte y sur andino – así como en Lima- han salido a las calles a pedir elecciones adelantadas, la liberación y restitución del mandatario constitucional y una Asamblea Nacional Constituyente.
Las autoridades de facto han tratado de aplacar al pueblo con violencia, acción que ha provocado fuertes enfrentamientos, cientos de heridos y tres muertos, hasta los momentos.
Medios locales reportan movilizaciones en los departamentos Cajamarca – cuna de Castillo-, Arequipa, Tacna, Apurimac, Huancayo, Cusco y Puno, zonas andinas y sureñas del país, históricamente rurales y campesinas que se identifican con el presidente.
En Andahuaylas, Apurimac, la represión ha sido más cruda. Reporta la página Resumen Latinoamericano que la policía ha disparado con munición real contra los manifestantes desde helicópteros. También lanzan gases lacrimógenos y perdigones contra la población civil. Ya se reporta la muerte de al menos tres personas, uno de ellos un menor y otro de 18 años por una herida de un proyectil en el cuello. “La represión es con tal ensañamiento tiene un trasfondo racista”, agrega el referido medio.
Las movilizaciones en esta ciudad han paralizado el normal desenvolvimiento de la actividad comercial de los locales y el aeropuerto, infraestructura que se ha visto seriamente afectada.
En Lima, los movilizados han tomado en varias oportunidades y de manera pacífica la avenida Abancay, que rodea al Congreso. Sin embargo, la policía les ha dispersado con gases lacrimógenos.
En Chala y Mollehuaca (en el departamento de Arequipa) un grupo de 500 mineros artesanales lugareños y provenientes de Ayacucho bloquea la Panamericana Sur, en la provincia de Caravelí, importante arteria vial. Los manifestantes gritan “cierre del Congreso”.
Telesur informa que organizaciones que promueven las protestas convocaron a un paro nacional indefinido a partir del martes próximo. Este domingo los gremios agrarios – como el Frente Agrario y Rural del Perú- se reunieron y acordaron sumarse a esta jornada de lucha.
Mientras esto ocurre, el Congreso aprobó durante la madrugada del lunes levantar la inmunidad al mandatario depuesto para que sea procesado por la Fiscalía.
Según una encuesta publicada en noviembre pasado por el Instituto de Estudios Peruanos, un 87% de las personas consultadas en ese momento creía que deberían convocarse nuevas elecciones si el Congreso “inhabilitaba” al presidente Castillo. Tan solo un 8% prefirió que el actual Legislativo se quedara hasta el 2026.
En un intento de calmar las calles y al pueblo, Buloarte declaró “zonas de emergencias” aquellos departamentos en donde se registran fuertes manifestaciones y asomó elecciones para abril del 2024.
El caos político-social es tal en Perú, que la misión local de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos remarcó a las autoridades de facto que “se debe garantizar el derecho a la reunión pacífica” y pidió “una investigación pronta, imparcial y exhaustiva” de los asesinatos en Andahuaylas.
Foto principal: Twitter manolo_realengo
