Pueblo paraguayo rememorará a miles de víctimas y desaparecidos de dictadura de Stroessner

Durante buena parte del siglo XX, Estados Unidos se dispuso a mantener bajo su dominio a países de Suramérica. Para lograr este fin, el imperialismo se encargó de apoyar y financiar férreas dictaduras en el Cono Sur que dejaron miles de víctimas.

Una de las más sangrientas fue la de Alfredo Stroessner en Paraguay, régimen que duró 35 años (1954-1989) y que dejó un terrible legado de violación a los Derechos Humanos.

En tres décadas y media, bajo la bota de Stroessner fueron detenidas 19.862 personas y 18.772 fueron torturadas. Asimismo, 236 menores de edad fueron privados de libertad y 17 niños nacieron en prisión. La dictadura culminó con un total de 128.076 víctimas directas e indirectas.

De igual forma, en esos años 20.814 personas se vieron obligadas a exiliarse de manera forzosa y 459 desaparecieron o fueron ejecutadas, según un informe de la Comisión de Verdad y Justicia, reseña Telesur.

Para recordar a estas víctimas, activistas y líderes políticos lanzaron la campaña “Deja una Luz Encendida”, que conlleva actos conmemorativos programados para el 30 de este mes, fecha en la que se rememora el Día Internacional de las Víctimas de Desapariciones Forzadas.

La idea consisten en que cada paraguayo prenda una vela o deje una luz encendida en sus casas toda la noche de ese día, en memoria de los miles de desaparecidos, que, con el pasar del tiempo y por inacción, se han convertido en casos sin resolver, detalla un comunicado publicado en la prensa local, reseñado por Prensa Latina.

Los activistas esperan que a los hogares también se sumen negocios y comercios, “para generar más conciencia sobre los compatriotas desaparecidos”.

Ese mismo 30 de agosto se presentará una pancarta con los rostros estampados de unos 50 nacionales que nunca fueron encontrados.

En este país se han recuperado 37 cuerpos, de los que la Dirección de Memoria Histórica y Reparación (DMHR) solo ha conseguido identificar a cuatro.

Dictaduras apadrinadas por EEUU

La dictadura de Stroessner es recordada como una de las más crueles de América Latina que -junto a la de Jorge Rafael Videla, en Argentina (1976-1983) y la de Augusto Pinochet, en Chile (1973-1990), entre otras- formó parte del denominado Plan Cóndor. Con este proyecto, Washington instauró el terrorismo de Estado en Suramérica, con el que persiguió, torturó y asesinó a miles de opositores y líderes políticos.

En el caso de Paraguay todo quedó documentado en los “Archivos del Terror”, papeles elaborados por la policía que develan la sistemática violación a los Derechos Humanos cometidos.

Los archivos revelan que las autoridades detenían arbitrariamente a las personas, les pedían sus datos como nombres, apellidos, filiación política; así como quienes eran sus padres y hermanos, para luego proceder a la tortura.

Estos expedientes se dieron a conocer el 22 de diciembre de 1992 y constituye una de las pruebas más contundentes en contra de Stroessner y los integrantes de su dictadura, denominada “Stronato”.

Foto: @aiparaguay

Prebendas para cuidar el puesto

Aunque su derrocamiento fue en 1989, fecha en la que el dictador huye a Brasil en donde muere en 2006 en total impunidad, Paraguay aun padece el legado de desigualdad social heredado de este régimen.

El largo período de Stroessner se mantuvo debido a las prebendas a los altos generales y oficiales del Ejército.

La dictadura orquestó lo que se denominó “La Trilogía”, constituida por el gobierno, el Partido Colorado y las Fuerzas Armadas.

Además del financiamiento de EEUU, el régimen se nutría de dinero ilícito generado por contrabando de artículos exóticos, alcohol e incluso droga, que triplicó los ingresos de exportaciones, indica un medio internacional.

Estas ganancias eran direccionadas a los militares de alto cargo, para comprar lealtades, quienes amasaron grandes cantidades de dinero y acumularon extensos terrenos, lo que alimentó el latifundio. El entramado del Stronato llevó a Paraguay a ser el país más desigual del mundo.

Según organizaciones internacionales, el 1,6% de la población es dueña del 80% del suelo, reseña la BBC.

Además de la enorme cantidad de víctimas, y la creciente pobreza y corrupción, Stroessner dejó una hegemonía del Partido Colorado, cuyos presidentes y líderes se han encargado de no hacer justicia a favor de los asesinados y desaparecidos.

La dinastía de dicha organización política solo se vio interrumpida en 2008 cuando el exobispo Fernando Lugo ganó la presidencia, que fue interrumpida por un golpe en 2012. Un año más tarde volvería al poder la agrupación derechista, con el empresario Horacio Cartés.

El actual presidente Abdo Mario Benítez – también del Partido Colorado- admira a Stroessner pero cuida su imagen y marca una diferencia en cuanto a DDHH se refiere. El padre del mandatario trabajó con el dictador, y el pueblo de Paraguay considera que su gobierno es un resurgimiento del Stronato.

La corrupción que instauró Stroessner como sistema de gobierno aun se siente en las esferas del poder. Tan es así que el gobierno de EEUU – principal aliado de la dictadura- ha tachado recientemente a altos funcionarios de Abdo como corruptos, como sucedió con el vicepresidente Hugo Velázquez.

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