El pueblo de Brasil decidirá en cuatro semanas entre la democracia y la barbarie, la Presidencia se disputará en segunda vuelta, entre Lula y Bolsonaro, los resultados del domingo dos de octubre revelan que el abanderado del Partido de los Trabajadores y de un amplio frente progresista, Lula, obtuvo el 48.01 por ciento de los votos, mientras que Bolsonaro, el actual mandatario, llegó al 43.05.
Estos datos indican que sí es posible derrotar el proyecto totalitario y neoliberal de la ultraderecha brasilera, respaldada abiertamente por Donald Trump. La unidad de los demócratas es crucial en este momento histórico
El discurso mentiroso de la dictadura mediática es que el que remonta es Bolsonaro, como si estuviese en desventaja frente a Lula, y no contara con los resortes del Poder y con el absoluto respaldo de todos los medios de comunicación brasileros, que no solo apoyan a Bolsonaro, sino que han sido los artífices de la feroz campaña contra Lula. Todo el mundo sabe que en el 2018 Bolsonaro gana porque a Lula se le impidió ser candidato, producto de una patraña del tamaño de Brasil, y del golpe de Estado contra Dilma Rousseff.
Hoy, Lula está en la contienda, y ello significa que en pocos meses vuelve el plan “hambre cero”, la defensa de la Amazonía, y la restauración de los derechos sociales y políticos de todos los brasileros y las brasileras, el fortalecimiento de la Celac y el renacimiento del Mercosur.
La victoria de Lula el 30 de octubre definirá la historia de Brasil y el rumbo de América Latina. Ya Lula trazó la línea: ¡La lucha continúa hasta la victoria final!
