Tres de los cuatro partidos que conforman la derechista Plataforma Unitaria respaldaron la decisión de poner fin al llamado “gobierno interino” y al reconocimiento al exdiputado Juan Guaidó como “presidente encargado” en 2023, informó este jueves The Financial Times, medio que cita a dos altas fuentes de la alianza opositora.
El revés a Guaidó se ve en medio de una fuerte crisis en la derecha nacional, ya que 10 partidos de esa ala política decidieron participar en unas primarias en junio del 2023 para elegir a un postulado a las presidenciales del 2024, detalló HispanTV.
El 23 de enero de 2019, Guaidó se autoproclamó en una plaza pública como “presidente encargado” contraviniendo las leyes de la República. La táctica fue apoyada por Estados Unidos (EEUU) y sus gobiernos aliados, y dio paso a un inédito esquema de saqueo de bienes del país.
Actualmente, el reconocimiento a Guaidó ha mermado y su popularidad entre sus seguidores ha caído en mínimos históricos, tan es así que cada publicación en su cuenta en las redes virtuales recibe fuertes ataques.
Según CNN, el golpe final contra el exparlamentario lo proporcionará EEUU en 2023, cuando la Casa Blanca cese el doble discurso con Venezuela al dejar de apoyar al líder derechista. Desde un principio, EEUU no ha parado de sostener conversaciones con las autoridades del Gobierno Bolivariano a la par que, en apariencia, reconocía a Guaidó.
Otros líderes opositores, organizaciones políticas, partidos políticos de la derecha y ex partidarios han señalado a Guaidó como el principal responsable de malversación de fondos de la supuesta “ayuda humanitaria” a los venezolanos, así como de la apropiación de activos nacionales secuestrados en el exterior por el Departamento de Estado y la Unión Europea.
Por solo referir un ejemplo, la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID, por sus siglas en inglés) cuestionó la transparencia del autodenominado “gobierno interino” al alertar en 2021 que solo el 2 % de los 507 millones de dólares que se recolectaron como “ayuda humanitaria” llegó a su destino.
Fue Guaidó el artífice del secuestro de Monómeros, filial de Petróleos de Venezuela que funciona en Colombia – situación ya normalizada- , de la refinería Citgo localizada en EEUU y de 31 toneladas de oro en el Banco de Inglaterra.
El Gobierno Bolivariano, por su parte, ha abierto investigaciones a Guaidó por malversación de fondos, robo de bienes nacionales, usurpación de poderes y por tener vínculos con el paramilitarismo al cruzar – sin autorización- la frontera colombiana para orquestar, junto con presidentes derechistas, una invasión al país a través de la zona común.
Guaidó es militante del partido Voluntad Popular, organización de extrema derecha que pertenece a la Plataforma Unitaria y que presidida por Leopoldo López, prófugo de la justicia que vive en España en total impunidad. López fue declarado culpable en 2015 y cumplía una pena de 13 años por los delitos de instigación pública, daños a la propiedad, incendio intencional y asociación para delinquir, luego de que propulsó el plan golpista La Salida en 2014 que dejó varios muertos y heridos.
A pesar del fuerte rechazo, Guaidó recorre el país con intenciones de reparar su deteriorada imagen, con miras a presentarse a algún evento electoral, en un reconocimiento implícito a las autoridades del Estado venezolano.
